La participación de Sébastien Loeb en la Race of Champions 2023, que se disputa en Pite Havsbad (Suecia), estuvo en duda hasta este mismo sábado, día en el que los pilotos participantes se jugaban el título de la Copa de Naciones. El francés se había perdido la jornada de entrenamientos del viernes por cuestiones personales y finalmente pudo llegar a tiempo para competir. Lo hizo prácticamente a ciegas. Y para no perder más tiempo, su llegada fue triunfal. Ante el público sueco que ya llenaba las gradas del recinto, un helicóptero aterrizó en pleno centro de la pista helada del Círculo Polar Ártico. Y ahí salió Loeb, recibido entre aplausos, con el mono puesto y listo para no perder más tiempo y dar gas.
El 9 veces campeón del mundo, que hace unas semanas estaba disputando el Rally Dakar con el equipo BRX, donde el francés conquistó el récord de 6 triunfos de etapa consecutivos y logró la segunda posición en la general de coches, debía competir este sábado defendiendo los colores de Crancia junto al flamante campeón del Mundial ETCR con CUPRA, Adrien Tambay. Con el tiempo justo, y sin haber practicado antes, se bajó del helicóptero y se fue directamente al coche para empezar a derrapar por el trazado nevado y coger referencias.
Dio unas cuantas vueltas y llevó el coche al garaje. Lo siguiente que haría ya sería competir. Sin embargo, el cuadro francés fue eliminado a las primeras de cambio y Loeb no pudo cumplir su objetivo de sumar el mayor número de giros posibles en los distintos vehículos que deben conducir en las Race of Champions para así practicar de cara a revalidar su corona de la Race of Champions este domingo.