UVALDE, Texas – El Distrito Escolar de Uvalde comunicó este miércoles que removió a Pete Arredondo de sus funciones y lo colocó bajo licencia administrativa “a partir de hoy”.
Esto viene después de un mes de la masacre de Uvalde que dejó 21 muertos.
Así lo comunicó el Superintendente Hal Harrell en un comunicado a los medios de comunicación.
“Desde el comienzo de este horrible evento, compartí que el distrito esperaría hasta que se completara la investigación antes de tomar decisiones de personal”.
“A día de hoy, sigo sin conocer los detalles de las investigaciones que están realizando diversas agencias. Debido a la falta de claridad que queda y al hecho de que se desconoce cuándo recibiré los resultados de las investigaciones, he tomado la decisión de colocar al Jefe Arredondo en licencia administrativa a partir de esta fecha”, dijo Harrel en el comunicado.
En el mismo comunicado, Harrell no dio una razón para remover a Arredondo, pero dijo que aún no está claro cuándo los funcionarios del distrito sabrán el resultado de la investigación del tiroteo.
“El teniente Mike Hernandez asumirá los deberes del Jefe de Policía de UCISD. Continuaremos buscando candidatos calificados para unirse a nuestro departamento de policía mientras nos preparamos para el nuevo año escolar. No se divulgará más información sobre este asunto de personal”, sentenció el comunicado.
“TERRIBLES DECISIONES”
En las investigaciones sobre la masacre, el coronel Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo el martes en una audiencia en el Senado estatal que Arredondo tomó “terribles decisiones” mientras se desarrollaba la masacre el 24 de mayo, y que la respuesta de la policía fue un “fracaso abyecto”.
Tres minutos después de que Salvador Ramos, de 18 años, ingresara a la escuela, había suficientes agentes armados de la ley en el lugar para detener al atacante, testificó McCraw. Sin embargo, agentes de policía armados con rifles esperaron en un pasillo de la escuela durante más de una hora mientras el pistolero perpetraba la masacre.
La puerta del salón de clases no se podía cerrar con llave desde adentro, pero no hay indicios de que los oficiales intentaran abrir la puerta mientras el atacante estaba adentro, dijo McCraw.
McCraw ha dicho que los padres rogaron a la policía fuera de la escuela para que entraran y los estudiantes dentro del salón de clases suplicaron repetidamente a los operadores del 911 que los ayudaran mientras más de una docena de oficiales esperaban en un pasillo. Oficiales de otras agencias instaron a Arredondo a dejarlos entrar porque los niños estaban en peligro.
“Lo único que impidió que un pasillo de oficiales dedicados ingresara a las habitaciones 111 y 112 fue el comandante en la escena que decidió anteponer la vida de los oficiales a la vida de los niños”, dijo McCraw.
El coronel Steve McCraw calificó el operativo policial como un “fracaso abyecto” en una audiencia ante el Senado estatal.
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