Suspenden caza de ballenas en Islandia

Suspenden caza de ballenas en Islandia

El Gobierno de Islandia anunció la suspensión temporal del inicio de la temporada de caza de ballenas por un informe crítico de las autoridades sobre el tratamiento recibido por dichos cetáceos.

La decisión llega un día después de que un consejo consultivo de expertos concluyese que el método usado para cazar ballenas no cumple con las leyes sobre bienestar animal, tras analizar un informe previo de las autoridades.

La Dirección de Alimentación y Veterinaria había alertado el mes pasado en ese informe de que la matanza de las ballenas llevaba más tiempo del permitido: solo el 60 por ciento de los ejemplares capturados (rorcuales comunes) el año pasado murió de forma instantánea.

De ahí que el Ministerio de Agricultura y Pesca haya decidido retrasar el inicio de la temporada hasta el 31 de agosto, para examinar “si es posible establecer reglas que puedan asegurar que la caza se hace de acuerdo con los estándares mínimos obligatorios fijados en las leyes sobre bienestar animal”.

“Esta actividad no puede continuar en el futuro si las autoridades y los poseedores de las licencias no pueden asegurar el cumplimiento de los requerimientos de bienestar”, señaló en un comunicado la ministra de Agricultura y Pesca, Svandís Svavarsdóttir.

Islandia, Noruega y Japón son los únicos países que practican la caza comercial de ballenas, aunque el Gobierno islandés anunció el año pasado su intención de suspender la caza en 2024 debido a la caída del consumo de esa carne.

Alivio

La organización protectora de animales Humane Society International afirmó que la decisión le causó emoción y alivio, ya que se salvará a cientos de ballenas de una muerte dolorosa e instántanea.

Ruud Tombrock, director ejecutivo de HSI/Europa, declaró:

“Este es un acontecimiento importante en la conservación compasiva de las ballenas. A Humane Society International le causó emoción esta noticia y elogia a la ministra Svavarsdóttir por acabar con la absurda matanza lo cual evitará que cientos de rorcuales aliblancos y de rorcuales comunes amenazadas sufran una muerte dolorosa y prolongada. 

No hay una forma humanitaria de matar a una ballena en el mar, por tanto, instamos a la ministra a que esta prohibición sea permanente. Las ballenas ya se enfrentan a tantas amenazas graves en los océanos producto de la contaminación, el cambio climático, el atrapamiento en las redes de pesca y los golpes de los barcos, que poner fin a la caza comercial de ballenas es la única conclusión ética”.

El anuncio es posterior al artículo de opinión del año pasado donde la ministra manifestó que a su parecer no había mayor razón para permitir la caza de ballenas después de 2023, y la publicación el mes pasado de un informe independiente elaborado por la Dirección de Alimentación y Veterinaria de Islandia –encargado por la Ministra—que reveló que algunas ballenas sacrificadas durante la caza islandesa tardaron hasta dos horas en morir; 41% de las ballenas sufrieron enormemente un promedio de 11.5 minutos antes de morir.
Con información de EFE.


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