Tadej Pogacar conquistó en solitario su primer maillot arcoíris en el Mundial de Zurich 2024 con una exhibición de otra época, atacando a 100 kilómetros del final y completando los últimos 51 kilómetros solo, lo que supone un suma y sigue para una temporada inmaculada e histórica del esloveno.
Tras Pogacar (Klanec, 1998), el australiano Ben O’Connor se hizo con la medalla de plata y el neerlandés Mathieu van der Poel ganó la de bronce, aunque quedó claro que hubo dos carreras, la del esloveno y la del resto. El futuro se presenta negro para los demás en todas las citas en las que esté.
Pogacar marcó un tiempo de 6:27:30 horas en los 273,9 kilómetros de recorrido en un circuito en Zurich, con un desnivel acumulado de 4.470 metros, a un promedio de 42,410 km/h, en una cita en la que después de tres días lluviosos lució el sol. Tomaron la salida 195 ciclistas de 57 países.
En la carrera se completaron en siete ocasiones las subidas a Zürichbergstrasse (1,1 km al 8 % y máximas del 15 %) y Witikon (2,3 km al 5,7 % y máximas del 9 %).
Exhibición para igualar a Merckx y Roche
Semejante exhibición le permitió igualar la gesta de Eddy Merckx en 1974 y de Stephen Roche en 1988, cuando ambos ganaron Giro de Italia, Tour de Francia y Mundial, pero ninguno sumó además un ‘monumento’. Pogacar lo hizo con la Lieja-Bastoña-Lieja.
El resto estuvo muy lejos de acercarse al nivel que mostró Pogacar, que convirtió un recorrido muy duro en un puro monólogo. Ni el belga Remco Evenepoel ni Mathieu van der Poel, los otros grandes favoritos y los dos últimos campeones, fueron capaces de poner en entredicho la portentosa actuación de su rival.
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