Dwight Howard, quién se lo hubiera dicho a sus casi 37 años y con todos los honores que colecciona, podría convertirse en un pionero en la NBA en cuanto a poner de moda un mismo plan de ‘jubilación’ dorada para las estrellas. Uno que, aparte de seguir llenando sus arcas -no tan importante con todo lo que se han embolsado-, les devuelva eso que tanto les duele haber perdido: la fama y los minutos.
‘Desechado’ por los Lakers, sin nadie que le quisiera ya en la mejor liga del mundo a pesar de proclamar en las redes que estaba “en la mejor forma” de su vida, ocho veces All Star y campeón de la NBA en 2020 entre otros logros, ‘Superman’ voló hacia Taiwan para unirse a los Taouyan Leopards. Allí vuelve a ser adorado, recibido el pívot como héroe a su llegada al país, encantado de integrarse a su cultura -se le vio en una parada de comida en la calle y compartió el momento-, y restauró esa sensación de volver a mandar en la pintura, 38 puntos y 25 rebotes en su debut. Allí vuelve a ser feliz. Y que nadie ose decirle nada porque dispara. “Para de odiar, hermano”, le espetó en ‘The Big Podcast’ Howard a Shaquille O’Neal por criticar su aventura en un país con un muy nivel inferior de baloncesto al de la NBA.
Quizá porque ha visto cómo se puede rehacer la vida en Taiwan, otro ‘gigante’ caído sin pretendientes, DeMarcus Cousins, se dispone también a emigrar hacia el país asiático en busca de lo ya no le puede dar la NBA, donde el pasado no existe y no se espera a nadie. Según medios taiwaneses, en una información de la que se hacen eco varios medios estadounidenses, el pívot, cuatro veces All-Star, se va a unir a un equipo del país que podrían ser los Tainan TSG, los Ghosthawks o los Kaohsiung Aquas. ‘Boogie’, de hecho, habría tomado ya el vuelo.
Quién sabe si no podría tomarlo también Carmelo Anthony según también varios medios de Estados Unidos, que recogen declaraciones del entrenador de los Ghostwaks, Liu Meng-chu, que asegura que están trabajando en la operación. Y aunque en un estatus inferior a lo que han sido Cousins y, sobre todo Howard, el especialista Marc Stein apunta a que otros dos agentes libres de renombre, Enes Kanter Freedom e Isaiah Thomas, podrían emigrar también hacia Taiwan.
El de Cousins, todavía 32 años, ha sido un declive anticipado, sepultado del todo a la nada por las inclementes lesiones, primero una rotura del tendón de Aquiles en 2018, una rotura del ligamento cruzado anterior en de 2019. Su fin, con esa lesión de cruzado, llegaba poco después de quedarse cerca de ser infinito, de acceder al grupo de los elegidos del anillo si los Raptors de Marc Gasol y Serge Ibaka no le hubieran arrebatado el anillo a los Warriors en esas Finales de 2019.
Ya nunca volvió a ser lo que fue, ese jugador de 25 puntos o más por partido que cautivó en Sacramento Kings y New Orleans Pelicans. De un jugador diferencial a uno marginal, sin poder reencarnarse a exitosas piezas de banquillo otras estrellas de primer orden que han ido perdiendo brillo como Carmelo Anthony o Derrick Rose, apagándose definitivamente a la sombra de Giannis Antetokounmpo en los Milwaukee Bucks y de Nikola Jokic en los Denver Nuggets. Un día, llegó a ser como ellos.
“Daría todo en este mundo para volver a jugar en la NBA. Estoy listo para ayudar a cualquier equipo de la manera que sea”, dijo, en una entrevista reciente con Chris Haynes, Cousins, desgarrador su relato, el del astro que un día tuvo la NBA a sus pies y ahora se arrodilla sólo por poder jugar. No sólo le han dilapidado las lesiones sino también por otros pecados en los que él carga con toda la culpa, demasiado pendenciero en la cancha con los rivales, desafiante también con entrenadores y árbitros. Lo reconoce.
“¿Qué he cometido errores? Absolutamente. ¿Qué hecho cosas de la manera equivocada? Absolutamente. Por ello, pido perdón. Pero he hecho más cosas bien que mal. Pero no quiero que se pasen por alto los aspectos positivos. Y cuando llegue el punto en el que los aspectos negativos superen a los positivos, probablemente deberías alejarte de ellos. Así es como funciona la vida. Sólo pido una oportunidad para mostrar mi crecimiento como hombre y jugador”, implora Cousins. Pero la NBA no le ha dado oportunidad.
Jugadores como Rajon Rondo o Jabari Parker siguen sin equipo
Tampoco se la da de momento a otros veteranos agentes libres que se resisten a quedarse en recuerdo porque piensan que todavía tienen futuro. Ahí estan el mismo Carmelo Anthony (38 años), Rajon Rondo (36), LaMarcus Aldridge (37), Hassan Whiteside (33), el excepcional por desafortunado caso de Jabari Parker, 27 años pero maltratado por las lesiones. Pero Cousins, al parecer se ha cansado de esperar. Quizá, como pinta que será lo de Howard, Taiwan será la tumba de su carrera. Pero una tumba de oro, en la que quizá podrá volver a ser admirado, a someter todo a su voluntad bajo el aro como antaño. Lo único quiere Cousins es ser feliz, que le permitan a jugar a baloncesto, el que ya no le quiere en la NBA. Da igual dónde.