Tamara e Íñigo disfrutan de la ‘dolce vita’, ajenos al varapalo de Hacienda

Ha pasado un mes y diez días desde que Tamara Falcó e Iñigo Onieva sellaron su amor en el Palacio de El Rincón de Madrid. Más de 400 invitados fueron testigos de su «sí, quiero» y la pareja quiso estar a la altura con una celebración llena de detalles y regalos que no dejaron indiferente a nadie. Tras el enlace, los lujos continuaron y los recién casados pusieron rumbo a una increíble luna de miel que ha dejado boquiabiertos a sus seguidores de Instagram. Y es que a través de las redes hemos podido conocer como la pareja se ha hospedado en los mejores resorts de Sudáfrica, mientras visitaban icónicos lugares de la zona como Cuidad del Cabo, la Reserva del Parque Nacional de Kruger o las cataratas Victoria, entre otros muchos.

Sin ir más lejos, una de las fotografías que publicó la marquesa de Griñón desveló el enclave que había elegido para hospedarse durante unas de sus paradas. Se trata del resort Sabi Sabi, uno de los más lujosos de Kruger y por consiguiente, de los más caros de la zona.  Tras estar viajando más de un mes, Tamara e Iñigo volvían hace tan solo unos días a la capital pero, no por mucho tiempo, y es que en cuanto sus agendas se lo han permitido han vuelto a escaparse de su rutina madrileña. Esta vez ha sido Paris la ciudad elegida y allí se han hospedado en el hotel Crillón, situado en el centro de la ciudad francesa en un histórico edifico cuyo precio por noche puede ascender hasta los 7.000 euros.

No hay dudas de que la hija de Isabel Preysler y el empresario se encuentran viviendo un idílico momento tras contraer matrimonio, disfrutando de una ‘dolce vita’ rodeada de lujos. Pero no todo es oro lo que reluce. Y es que, pese a que no escatiman en su vida de cuento de hadas, lo cierto es que la gran boda que celebraron el pasado 8 de julio y los gastos que ha conllevado su celebración, hay que tributarla en el próximo ejercicio de Hacienda. Es por ello que la revista Semana ha hecho un breve resumen de la cifra exacta que tendría que embolsar el matrimonio, la cual llega hasta los 800.000 euros. Un gran varapalo económico desglosado en la exclusiva que concedieron a la revista del saludo, los regalos y los patrocinios gestionados.

Tal y como ha informado Patricia Suárez, presidenta de la Asociación de Usuario Financieros, al medio citado, Tamara e Iñigo habrían recibido 1.750.000 euros por su boda. No obstante, según indica la profesional, si desglosamos dicha cifra, 1.000.000 de euros serían los correspondientes a la exclusiva, de los cuales Hacienda se llevaría un 25% en el caso de haberla cobrado a través de una sociedad.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva el día de su preboda / Gtres

Tamara Falcó e Íñigo Onieva el día de su preboda / Gtres

Por otro lado, los regalos que recibieron durante su gran día también deberían declararlos. Y es que si tenemos en cuenta que hubo 400 invitados y que cada uno pudo obsequiar a los novios con unos 800 o 1.000 euros, en total habrían recibido 400.000 euros. Y es que, aunque sean regalos, según afirma la abogada, «no son un donativo y hay que tributar por ello». Los patrocinios que ha gestionado Tamara Falcó (en cuanto a su vestido, el catering, los cocktails) son considerados «pagos especies» ante la agencia tributaria y según Suárez, «las empresas tienen que declarar un valor de mercado por ello», por lo que también tiene un precio que pagar.

Sin duda unas cifras altísimas a las que tendrán que hacer frente en el ejercicio del año que viene de Hacienda. Pero, por el momento, a juzgar por sus últimos movimientos, parece que prefieren dejar este asunto aparcado, ya que continúan viviendo idílicos viajes, disfrutando de sus primeros meses como marido y mujer y ajenos al varapalo económico que se les viene encima.




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