Tamara Falcó, quien se ha encontrado en el foco de los medios de comunicación desde su ruptura con Íñigo Onieva a causa de infidelidades, ha aparecido ante las cámaras con ocasión de presentar la segunda colección que ha diseñado para ‘Pedro del Hierro‘ de la mano de ‘TFP‘, su propia marca de ropa.
La marquesa de Griñón ha estado muy correcta ante los periodistas después de la presentación. Relajada y segura de sí misma, ha estado dispuesta a comentar su paso por el Santuario de Lourdes: “Ha sido muy sanador. Dadas las circunstancias, creo que he salido muy bien parada”.
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La hija de Isabel Preysler ha explicado que este tiempo que ha tenido para sí misma le ha servido para reflexionar: “Te das cuenta de que hay gente que está en tu vida que a lo mejor no tendría que estar ahí”. Por eso, la diseñadora ha hecho una limpieza de su móvil, una “desinfección importante”, aunque dice que el tiempo desde la ruptura ha pasado más rápido “gracias a la Virgen“.
Falcó ha comentado que ha estado en Doha con su hermana y se lo ha pasado “pipa“. “He estado de concierto, era la primera vez que bailaba… He salido a cenar y he tenido la boda de mi mejor amiga”, comenta la diseñadora, quien se negaba a quedarse sentada en una silla de brazos cruzados.
Tamara Falcó, durante el evento de ‘Pedro del Hierro’
Sin embargo, cuando es preguntada sobre su expareja, asegura haberle perdonado “como cristiana y como mujer“, pero que una segunda oportunidad no se la daría a Onieva, sino a sí misma con otros hombres, pues asegura no cerrarse al amor “de por vida“, aunque ahora no sea el momento.
La creadora de ‘TFP’ tiene claro que su exnovio no volverá a formar parte de su historia y que, a día de hoy, no mantiene ningún tipo de relación con él por “prescripción facultativa“. Aunque su vida a dado un giro drástico, la hija del marqués de Griñón asegura seguir siendo la misma: “Yo tengo la misma vida. Tenía una vida estupenda y no tengo por qué cambiar de vida. A mí mi vida me encantaba y no está definida por una pareja“.
Al final, Falcó añadió que, aunque le encantaría ser madre, no tiene ninguna prisa y quiere hacerlo acompañada: “No me preocupa la llamada de la maternidad. Me encantan los niños, pero son fruto del amor. Si no es en pareja, no tendría hijos”.