Desde que salió a la luz la infidelidad llevada a cabo por parte de Íñigo Onieva hacia Tamara Falcó durante el pasado mes de septiembre, la marquesa de Griñón se ha convertido en un personaje clave de todas las parrillas televisivas, y no es para menos. Podría decirse que el último año ha sido una montaña rusa de emociones en toda regla para la hija de Isabel Preysler, habiéndose visto obligada a cancelar su boda con el empresario a consecuencia de esta deslealtad para posteriormente acabar perdonándole y retomando sus planes nupciales, los cuales no han estado exentos de polémica. Y es que, tras haberse visto obligada a cambiar de diseñadora de su traje de novia y de fecha para darse el «sí, quiero», la ganadora de MasterChef Celebrity ha tenido que hacer frente a los muchos rumores que apuntaban a que estaría dispuesta a perder nada más y nada menos que diez kilos en menos de dos meses. Una gran cantidad de peso por la que la chef volvía a situarse en el ojo del huracán, motivo por el que ha tomado la palabra durante la tertulia de El Hormiguero para expresar su versión.
Tamara Falcó en ‘El Hormiguero’. / Antena 3
Como de costumbre, ha sido Tamara la encargada de inaugurar esta sección junto a Pablo Motos, Cristina Pardo, Nuria Roca y Juan del Val. Un momento en el que ha aprovechado para hablar sobre su boda y sobre estos comentarios en torno a su figura, haciendo en primer lugar referencia a los dos santeros que el equipo de Sálvame envió hasta su casa «para bendecir la puerta y darle todas las bendiciones» a la marquesa a golpe de incienso. Una anécdota que la futura esposa de Íñigo Onieva se tomaba con un gran humor, para posteriormente proceder a hablar sobre el asunto de su cuerpo: «Están todo el día diciéndome que si voy a perder diez kilos para la boda y yo digo: ‘Piérdalos usted’», comenzaba explicando, ganándose así inmediatamente la ovación del público y de sus compañeros.
Tamara Falcó en ‘El Hormiguero’. / Antena 3
Pero lejos de dejar ahí su testimonio, la hija de Carlos Falcó ha seguido haciendo referencia al tema: «Puedo estar más o menos delgada pero por qué voy a perder peso si el traje me lo están haciendo a medida», alegaba, visiblemente molesta y aclarando que entre sus planes no está el de someterse a una «dieta milagro» que pueda reducir su peso de manera considerable en apenas unos días. Además, la hermana de Ana Boyer también ha querido puntualizar sobre la cuestión con la mirada puesta en su compañero de vida: «Nadie le ha preguntado a Íñigo si va a perder diez kilos», zanjaba. Una manera de demostrar que, en cierto modo, todas las miradas se han posado sobre ella de cara al gran día, dejando en un segundo plano al empresario pese a ser también el otro gran protagonista de la boda que se celebrará el próximo 8 de julio en la finca El Rincón.
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