Tatum le deja claro a Jokic que quiere y puede quitarle el MVP

Tatum le deja claro a Jokic que quiere y puede quitarle el MVP

Auténtica, sensacional y enérgica demostración de fuerza la que exhibieron los Boston Celtics frente a la inoperancia de los Denver Nuggets (131-112) en un encuentro en el que los asuntos personales de sus líderes influyeron definitivamente sobre los colectivos. El que ya hace tiempo que se mueve en la dimensión de los mejores, Jayson Tatum, está dispuesto a todo para negociar el MVP. Le faltaba esta temporada discutírselo directamente a su dueño desde hace tanto tiempo, Nikola Jokic -ganador de los dos últimos galardones- y el serbio se tuvo que callar.

Los números ensalzaron a Tatum -34 puntos-, y tras ellos se tuvo que esconder el balcánico. Porque, paradójicamente, sus 29 tantos -su anotación más alta de la temporada además-, ‘tergiversaron’ la realidad, camuflaron la relativa poca incidencia en la ofensiva de los Nuggets por parte del serbio, desconectado del equipo con sus escasas 3 asistencias, su peor marca de pases de canasta no sólo de la temporada, sino en casi un año (desde enero). Y, sobre todo, las cifras no enseñaron cuánto sufrió y concedió Jokic cerca de su aro ante el inteligente planteamiento de los Celtics. 

Sí delató su fragilidad defensiva el más-menos, el segundo peor de su equipo con un -14 pese a ser el máximo anotador. El MVP acabó desesperado, incluso tocado, quejándose con vehemencia de un forcejeo en el último cuarto con Grant Williams una de sus sombras-, que le dejó el hombro dolorido.

Boston se puso en modo presentación por todo lo alto -mejor dicho recordatorio-, de su su candidatura al anillo. Se le recuerda a menudo al subcampeón que invertir más en ataque -la mejor ofensiva de la NBA con un rating ofensivo de 119,4 cuando el año pasado fue la novena con 113,6-, le ha costado grandes pérdidas en defensa -de tener la mejor el año pasado con un rating defensivo de 106,2 a la novena peor con 113,2-. 

Pero el equipo de Joe Mazzulla hizo un derroche de calidad y disciplina en ambos lados de la cancha, acompañando Jaylen Brown a Tatum -25 puntos y un 11/15 en TC sin fallar los 10 primeros-, con un colosal Al Horford en defensa y en ataque -21 puntos, un 6/8 en triples, 7 rebotes, 2 asistencias y ninguna pérdida-, mientras Marcus Smart se dedicaba a sacar todo su repertorio para justificar su vigente título de Mejor Defensor de la NBA. Otro caso en el que las estadísticas no lo dicen todo, el menos anotador de todos los que vieron aro en su equipo con sólo 4 puntos pero el jugador con un mejor más-menos de Boston y del partido (+28). Pocos como él deslizándose por las pantallas en los bloqueos. 

Evocando esa solidez defensiva de la pasada temporada, los Celtics no sólo arruinaron la tarde a Nikola Jokic, sino también a sus compañeros de ‘Big Three’, Jamal Murray -14 puntos y un 6/17 en tiros de campo-, y Michael Porter Jr. -7 tantos y 3/10 en lanzamientos-. Al serbio, pívot con alma de base, le dejaron ser pívot pero no base, no permitieron los Celtics con Smart pasando los bloqueos jugar los mano a mano que tanto gustan al MVP y Grant Williams y Al-Horford se lo pusieron difícil en el poste. A falta de Robert Williams, lesionado, cumple el ‘otro’ Williams, el que no han querido renovar los de Massachusetts. Mazzulla optó por volver a incluir al ala-pívot en el quinteto titular en lugar de Derrick White buscando músculo para detener al balcánico. 

Pero, donde los Celtics hicieron sufrir a Jokic de verdad fue en el otro lado de la pista, convirtiéndole en un gigante con pies de barro al obligarle a salir al perímetro, donde Al-Horford -consagrado especialista en sacar a pívots de su zona de confort-, hizo lo que quiso con él, clavando 5 de sus 6 triples ante el serbio, algunos jugando situaciones de pick & pop. Boston aprovechaba cada presencia del ‘center’ en el exterior, y también castigaba su defensa hundida en el bloqueo directo, localizando los jugadores que quedaban liberados cuando los Nuggets concentraban hombres en la defensa de los pick & roll que involucraban a Jokic, al que buscaba incluso Boston con bloqueos altos a los que no podía saltar por su mayor lentitud a campo abierto. 

Boston sacó puntos también de cortes y se vio proveído por los suplentes, en especial de White (10 puntos) y Payton Pritchard (11). La ‘doble J’ empezó pronto su faena, con Jaylen Brown instalado en la perfección en el primer cuarto, 12 puntos y un 5/5 en tiros de campo -anotaría los 10 primeros-, exhibiendo su amplio rango de lanzamientos, incluso punteados. Con Tatum haciendo lo que tanto le gusta, penalizar con el tiro o con penetración a hombres inferiores en el cuerpo a cuerpo con los cambios en la rotación defensiva de Denver. 

Tres triples seguidos de Caldwell-Pope y otro de Murray para un total de cuatro consecutivos acercaron al final del tercer cuarto (87-85) a unos Nuggets que tuvieron que mandar poco después del descanso a Jokic al banquillo con 4 faltas. Pero nada inquietó a los Celtics, que remataron al serbio y al equipo de Michael Malone con 12 puntos de un Al-Horford que clavó tres de sus triples en un último cuarto con 10 tantos también de Tatum. El alero, 31,4 tantos esta temporada ante los 27 de la anterior-, va a por eso que se ha convertido en exclusiva propiedad de Jokic, el MVP. 




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