El Real Madrid ha demostrado una numantina fortaleza mental para superar la plaga de infortunios que sufren y que no ha impedido que, acaudillados por un imperial Walter Tavares, estén en la final de la Liga Endesa, por novena vez en diez temporadas, y por la vía rápida.
Sin bases, sin algunos de los improvisados sustitutos de los directores de juego y sin Pablo Laso, los jugadores del Real Madrid se juramentaron en el Buesa Arena de Vitoria para vencer por la vía rápida al Baskonia y alcanzar la novena final en diez años. Sólo en la fase final extraordinaria disputada en Valencia, en plena pandemia, el Madrid no acudió a su cita en la lucha por el título.
Sin Carlos Alocén, Nigel Williams-Goss, Thomas Heurtel -primero apartado y después lesionado-, Sergio Llull y Alberto Abalde, el Madrid se encomendó a Adam Hanga, ayudado de Rudy Fernández y de Gabriel Deck para dirigir a un equipo lastrado por el golpe emocional de la baja de su entrenador por un infarto, del que, afortunadamente, parece recuperarse de forma satisfactoria.
Del maremágnum físico y mental que asolaba a los jugadores y cuerpo técnico del Real Madrid surgió la inmensa figura -nunca mejor dicho- del pívot caboverdiano Walter Tavares para acaudillar el pase a una nueva final.
Tavares firmó 23 puntos, 12 rebotes, 2 asistencias y 2 tapones para 36 puntos de valoración. Una actuación histórica que iguala la mejor de un jugador del Madrid en el presente siglo, la de Alberto Herreros en la temporada 1999-2000.
Sólo tres jugadores del Madrid han logrado veinte o más puntos, diez o más rebotes y dos o más tapones en un partido de playoff en las últimas tres décadas: Arvydas Sabonis, en varias ocasiones, Joe Arlauckas y, ahora, Tavares.
Pero más allá de los números, la figura de Tavares emergió como el faro y el ancla de su equipo para conseguir el pase a la final con pocos sobresaltos, dominando el juego en defensa y en ataque.
Ahora el Madrid espera rival entre el Joventut, que ha recuperado el factor campo (1-1) y jugará los dos próximos partidos en Badalona, y el Barcelona. Si la serie acaba en cuatro partidos la final comenzará el lunes 13 de junio. Si hay quinto partido, será el miércoles 15 de junio.
En estos cinco-siete días el Real Madrid podría recuperar algún efectivo, quizá Llull o Abalde. De Heurtel hay pocas noticias respecto a la gravedad del esguince de tobillo que se produjo en un entrenamiento y de si su situación ha cambiado o seguirá siendo un último recurso por su ‘castigo’ por la salida nocturna en Atenas a finales de marzo.
De Laso tampoco se espera que vuelva, pese a su rápida y satisfactoria recuperación del infarto que sufrió en la noche del sábado al domingo pasado. Su trabajo está hecho a lo largo de la temporada y Chus Mateo ya ha demostrado la comunión de ideas y soluciones con su jefe de banquillo.