Aurélien Tchouaméni demostró de nuevo que parece más feliz en la Selección de Francia que en el Real Madrid. El mediocentro vive sus horas más bajas desde su llegada al club blanco el pasado verano debido a una pérdida de protagonismo marcada por sus problemas físicos y por el bajón de su rendimiento, muy venido a menos desde que regresó del Mundial de Qatar.
Carlo Ancelotti parece haber perdido la confianza en el ex del Mónaco hasta el punto que Eduardo Camavinga le está ganando la partida por la medular en los últimos encuentros, incluidos los decisivos contra Liverpool en los octavos de la Champions y Barça en Copa y Liga.
La pérdida de protagonismo en el Madrid contrasta con su papel de futbolista esencial en la Francia de Deschamps, donde es uno de los fijos en la Subcampeona del mundo. El jugador galo fue titular en el partido de la primera jornada de la fase de clasificación para la Euro 2024 contra Países Bajos que acabó en goleada y fiesta local en el Stade de France (4-0).
Situado como único mediocentro, escoltó a las mil maravillas los interiores (Griezmann y Rabiot), apenas dejó que su rival conectara transiciones y participó con un pase clave para el 3-0 de Mbappé. En los 75 minutos que estuvo sobre el terreno de juego (su salida coincidió con el ingreso de Camavinga) Tchouaméni tuvo un acierto en el pase del 84% (37 de 44), recuperó 6 balones, perdió 11 y no fue regateado ni una sola vez.