Todos los lemas que durante estos duros momentos apelan a la unión que hace la fuerza serán más llevaderos para Aihen Muñoz y Ander Guevara. Los dos canteranos son los únicos realistas en vivir juntos un estado de alarma que, por lo demás, ha decretado la separación entre cada uno de los demás integrantes de la plantilla de la Real.
‘Te acompaño en el confinamiento’, se dirán uno a otro mientras las agujas del reloj avanzan a duras penas, con miedo a equivocarse. Aihen y Guevara comparten piso en Donostia. Han evitado la soledad, tan obscena cuando se trata de combatir el tedio. El navarro y el gasteiztarra comparten su domicilio con sus respectivas parejas.
“Es más llevadero estar juntos”, coinciden los jóvenes jugadores en la página web del club. A Muñoz y Guevara les une la estrecha relación que rebasa el límite de ser, meramente, compañeros de equipo. Una vinculación que potencia el decisivo hecho de que prácticamente vinieron al mundo al mismo tiempo. Son del 97, tienen 22 años. Sólo hay un mes de diferencia entre ellos. Guevara nació en julio y Aihen, un mes más tarde, en agosto.
La vida ha ido enraizando una química que se ha terminando mezclando en la Real. Son amigos y compañeros de profesión: “Todos los días entrenamos como podemos y tenemos ganas de salir a competir”. En este punto se encuentran en la misma tesitura que sus camaradas de vestuario. El estado de alarma no deja margen a los inventos.
Ser jóvenes no está reñido, en su caso, con la madurez de su comportamiento. Han crecido en Zubieta y el objetivo perseguido era idéntico: jugar en el primer equipo. Lo han logrado. Pero en ambos casos, hay vida más allá del fútbol. Aihen estudia I.N.E.F. y Guevara cursa Derecho.
Un mes de cuarentena clasifica los pasatiempos predilectos de cada uno. Aihen, Guevara y sus respectivas novias “nos dedicamos a ver un montón de películas” como recurso de cabecera, aderezado con “alguna serie como La línea invisible y La Casa de Papel”, desgranan los txuri urdin. “¡Y de vez en cuando estudiamos!”, bromean, para que no haya lugar a las sospechas.
Para lo que haga falta
Imanol
Alguacil es un claro responsable de que Aihen y Guevara sean del primer equipo. No están en el ‘once tipo’ de los que más juegan, pero cumplen con requisito prototípico de los canteranos que están ahí para lo que haga falta.
Guevara valora su desempeño: “Miro todos los partidos que he jugado en mi primer año y me siento orgulloso porque llegar hasta aquí no es fácil”. El gasteiztarra ha participado en 20 encuentros oficiales sumando Liga y Copa. El 58,8% de las 37 puestas en escena de la Real esta temporada, más de la mitad.
Para Aihen, todo depende de Monreal, el jefe de filas en el lateral izquierdo. El de Etxauri vive su segundo curso entre los profesionales, puesto que debutó en enero de 2018, nada menos que en el Bernabéu. “El primer año todo fue muy bonito, pasó muy rápido y ahora estoy llevando otro rol. Al menos, intento hacerlo bien cuando tengo la oportunidad. Siempre estoy preparado”, aclara el navarro con el mismo gen formal de Guevara, el de quien obedece sin protestar. De eso parece tratar un confinamiento, aunque sea conjunto.
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