Telefónica quiere acelerar el crecimiento de la marca O2, dentro de su nuevo impulso en el segmento de low cost en el mercado español. La compañía busca aprovechar su implantación, para encontrar más vías para llegar al cliente. De esta manera, la operadora va a empezar a comercializar los nuevos productos de O2 en las tiendas propias de Movistar, especialmente la tarifa convergente fijo-móvil de 30 euros al mes. La teleco refuerza así los canales de comercialización de O2, que hasta ahora se centraban, en gran medida, en los canales digitales.
Como paso inicial en esta renovación, Telefónica España va a desarrollar una prueba piloto para la comercialización de los nuevos productos de telefonía de O2, en 293 tiendas de Telyco, filial de la operadora en este segmento comercial. Con este plan, cuyo comienzo es inminente, la compañía proporcionará formación a sus empleados en estos nuevos productos y servicios de O2.
Este movimiento llega apenas unas semanas después de la decisión de Telefónica España de lanzar la citada tarifa convergente de O2 de 30 euros al mes. Esta oferta comercial, igualmente, llegaba tras la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) de aumentar los municipios libres de regulación de fibra óptica para el antiguo incumbente. Según señaló Telefónica, este cambio permitía igualar a todos los clientes de estos municipios las condiciones con los de otras localidades que ya estaban liberalizadas.
Dentro de esta prueba piloto, unas tiendas comercializarán la nueva tarifa de O2 de 30 euros mensuales, y otras la citada tarifa y otra de 38 euros mensuales.
Marcas
Además del impulso comercial de las nuevas tarifas convergentes, Telefónica España va a analizar la evolución de la convivencia de las dos marcas en sus tiendas. Tras la prueba piloto, la operadora decidirá cómo establece la comercialización definitiva de las dos marcas, y si se extiende a los más de 1.000 puntos de venta de la empresa.
En cualquier caso, al vender productos y servicios de las dos marcas, las tiendas recibirán distintos tipos de clientes. Además, podrían verse favorecidas por un incremento de la actividad comercial y de las consiguientes ventas a los clientes. En definitiva, facilitar la llegada de clientes de otras compañías de la competencia, y así encontrar nuevos espacios para el crecimiento.
Y es que, con esta renovada ofensiva en el low cost, la teleco que dirige Emilio Gayo buscaba hacer frente a la presión de competidores como Digi, Finetwork, MásMóvil, Vodafone con Lowi y Orange con Simyo. Telefónica se ha visto penalizada con la pérdida de líneas, tanto fijas como móviles, en el segmento de la portabilidad a lo largo de los últimos trimestres. Así, Telefónica España cerró el mes de septiembre con 40,48 millones de accesos, un 2,7% menos interanual.
Además, con el citado análisis de la convivencia de las marcas Movistar y O2 en las tiendas de Telyco, la compañía quiere revisar la actividad comercial en su conjunto, y evitar que pueda haber canibalización de los clientes de Movistar, que en términos generales pagan un precio por encima de las tarifas de O2. De producirse esta situación, la empresa correría el riesgo de sufrir un impacto en los ingresos.
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