“Sería una imprudencia” posicionarse del lado de alguna de las partes en conflicto, afirma. Pero no descarta la mediación: “si necesitan ayuda, que se pongan de acuerdo y la pidan”.
El Papa Francisco externó hoy que sufre por la situación que se vive en Venezuela, tras señalar que el problema de la violencia lo aterroriza y “temo el derramamiento de sangre“, durante su visita a la Basílica de Santa María Maggiore, donde realizó oración frente al icono mariano.
El sumo Pontífice enfatizó que estaba apoyando a “todos los venezolanos” y pidiendo “una solución justa y pacífica para superar la crisis respetando los derechos humanos”.
“Pido grandeza a los que pueden ayudar a resolverlo. Me aterra el problema de la violencia. […] Tengo que ser pastor. Y si necesitan ayuda, que se pongan de acuerdo y la pidan”, señaló Francisco, respecto a la posible mediación del Vaticano.
“Yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que está sufriendo. Si yo entrara a decir ‘háganles caso a estos países o a estos otros’, me metería en un rol que no conozco: sería una imprudencia pastoral por mi parte y causaría daño. Las palabras las pensé, las repensé y expresé mi cercanía y lo que siento. Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento. Y por eso deseo que se pongan de acuerdo. Una solución justa y pacífica. ¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre”, expresó.
Venezuela vive una situación de crisis, luego de que el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Juan Guaidó, juramentó como “presidente encargado de Venezuela”, desconociendo el segundo mandato del presidente Nicolás Maduro, que inició el pasado 10 de enero.
Tan pronto como regresó de su viaje a Panamá y antes de regresar al Vaticano, desde el aeropuerto de Roma-Ciampino, el Papa Francisco fue en automóvil a la Basílica de Santa Maria Maggiore, donde se reunió en oración ante el icono mariano de ‘Salus Populi Romano ‘, informó la agencia italiana ANSA.
Antes, el líder de la Iglesia Católica habló en conferencia de prensa, durante su vuelo de regreso desde Panamá, sobre su misión en la XXXVI edición de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que es la misión de San Pedro, confirmar en la fe, no con mandatos fríos, o preceptivos, sino dejándose tocar el corazón, tal como lo hizo en cada una de sus actividades.
El jerarca católico expresó su satisfacción por su viaje, el cual dijo vivió intensamente, ya que cumplió con sus expectativas. (Con información de Ntmx)