El Gobierno de Ucrania se reserva el derecho a responder “si Rusia cruza la línea roja”, en el marco de un recrudecimiento de las tensiones que coincide con reiteradas violaciones del alto el fuego en las regiones ucranianas de este y con un refuerzo de las tropas rusas al otro lado de la frontera.
“Si Rusia cruza la línea roja, tendrá que sufrir“, advirtió el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleva, en una rueda de prensa junto a sus homólogos de Letonia, Lituania y Estonia, que han viajado a Kiev como gesto de apoyo. Kuleva también recibió esta semana en Bruselas el respaldo explícito de la OTAN.
“Espero que los esfuerzos diplomáticos, entre ellos esta visita, nos ayuden a impedir que algo así ocurra y, llegado el caso, a restaurar la integridad territorial“, afirmó el ministro ucraniano, según la agencia de noticias Bloomberg.
El jefe de la diplomacia ucraniana ya informó a la OTAN y a la UE que su país necesita “apoyo práctico” en estos momentos, lo que se ha traducido en numerosos mensajes de apoyo. El Gobierno de Estados Unidos también ha expresado su preocupación, incluso con una llamada telefónica del presidente Joe Biden a su homólogo Vladimir Putin.
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El embajador ucraniano en Alemania, Andriy Melnik, advirtió en una entrevista a la emisora Deutschlandfunk de que Kiev estudiaría la posibilidad de hacerse con armas nucleares si no prospera la integración en la OTAN. “Nos quedaría la otra opción, que es armarnos”, señaló según la agencia DPA.
Ucrania renunció a su arsenal nuclear tras la caída de la Unión Soviética y en busca del apoyo de otros socios alejados de la órbita rusa. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reclamó recientemente un ingreso rápido en la Alianza Atlántica para enviar una “señal” a Moscú.
Tensión en el Mar Negro
La tensión también ha aumentado en el mar Negro después de que Estados Unidos notificase a Turquía el envío de dos buques de guerra a la zona. Aunque las autoridades norteamericanas han dado marcha atrás al movimiento, el mero anuncio ya ha generado recelos en la región.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, consideró que “es demasiado pronto” que la marcha atrás estadounidense pueda ayudar de alguna forma a la “distensión”, al tiempo que ha advertido de que, en un contexto como el actual, “cualquier cosa adicional de carácter militar conduce a otra ronda de tensiones”, informa la agencia Sputnik.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, ha apuntado que las autoridades turcas solo han recibido por ahora un aviso verbal de la anulación del despliegue estadounidense –previsto para este jueves o viernes–, a la espera de una notificación formal.
Cavusoglu confía en que el mar Negro sea un “mar de paz” y ha subrayado que Turquía sigue “estrictamente” el tratado de Montreux, según el cual Turquía es quien controla el estrecho del Bósforo. “Ni Rusia ni nadie más deberían tener dudas al respecto”, ha apostillado, informa la agencia Anatolia.
(Europa Press)
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