DETROIT — La empresa Stellantis y reguladores del gobierno estadounidense confirmaron que un conductor murió al estallarle el inflador de una bolsa de aire Takata.
La empresa y la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Autopistas (NHTSA por sus siglas en inglés) reiteraron advertencias a 274,000 conductores de modelos más viejos de Dodge y Chrysler para que dejen de conducirlos hasta que los infladores sean reparados.
Stellantis anunció que las bolsas provocaron dos muertes en noviembre y la sospecha de que los infladores causaron otra más. La empresa, antes llamada Fiat Chrysler, confirmó la tercera muerte este lunes.
Stellantis pidió a la gente que deje de conducir los vehículos Dodge Magnum, Dodge Challenger y Charger, así como los sedán Chrysler 300 de los modelos 2005 a 2010.
Desde 2009, las explosiones de bolsas de aires han matado al menos a 33 personas en el mundo, 24 de ellas en Estados Unidos.
Las tres muertes este año en Estados Unidos se produjeron después de abril en clima cálido, dijo la empresa.
Takata usa nitrato de amonio para generar una pequeña explosión que infla la bolsa de aire cuando se produce un choque. Pero la sustancia puede volverse más volátil a medida que pasa el tiempo al exponerla a la humedad y las altas temperaturas. Los infladores pueden estallar con demasiada fuerza, arrojando esquirlas de metal del contenedor.
La razón de esta revisión es porque es posible que las luces largas se mantengan encendidas cuando se están usando las delanteras.
Se han registrado heridas en unos 400 casos, la mayoría en Estados Unidos, pero también en Australia y Malasia.
Los vehículos de Stellantis bajo la advertencia “no conducir” fueron retirados en 2015 y desde entonces se los repara gratuitamente. Los concesionarios tienen las autopartes, y Stellantis proveerá el transporte de los vehículos al concesionario.
NHTSA dijo que la muerte más reciente se produjo en un Chrysler 300.
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