El ‘Expreso de Lodosa’ va llegando a la última estación. Atrás quedan cientos de subidas por la banda derecha de Anoeta y otros tantos centros exitosos con la izquierda. Carlos Martínez (Lodosa, 1986) está deseoso de que el balón vuelva a rodar para ver a su Real.
¿Cómo está?
Han sido meses difíciles por estar tanto tiempo confinados pero por lo menos nos ha pillado en Donostia, yo y mi familia estamos bien y ya ha pasado lo peor.
¿Sigue entrenando o ya ha bajado el pistón?
Ahora mismo hago algo en casa, bici y algunos ejercicios, pero no al nivel de antes. No tengo muy claro lo que quiero en el futuro, si seguir jugando o no, me lo estoy tomando con tranquilidad.
¿Cómo ha sido la temporada?
Un año muy diferente, volví a Segunda B con una propuesta interesante del Burgos y en enero de buenas a primeras me despidieron de una manera un poco extraña. Salí de ahí y ahora estoy a la espera del juicio porque me dejaron medio año sin pagar. Estuve a gusto. En enero nos vinimos para Donostia y estuve entrenando con el Real Unión pero sin competir, paró un poco esa idea que tenía de seguir jugando. Cuando todo vuelva a la normalidad veré que hago.
¿Qué le pide el cuerpo?
Un poco de todo. El fútbol me encanta y no me importaría seguir, pero tengo claro que salga lo que salga será en casa. De aquí no me voy a mover, si sale algo que me convence y el cuerpo quiere iré a por ello, pero no tendré problema en empezar una vida diferente.
¿Le llaman los banquillos?
Al principio no, la verdad, pero ahora a medida que han pasado los años mi idea va un poco por ahí. Me quiero sacar el curso de entrenador y si decido no seguir jugando será una de las cosas que haga. Me encanta el fútbol y me gusta vivirlo día a día.
Vuelve la Liga. ¿Con ganas?
Muchas, los clubs ya llevan unas semanas entrenando y se echa de menos. Las últimas 11 jornadas van a ser diferentes por el parón y espero que la mini pretemporada que están haciendo ahora les venga bien. Va a ser un mes y medio con fútbol diario y nos va a hacer esto más ameno.
¿Ve preparada a la Real?
Con dudas, no por el equipo, si no por ver cómo van a responder todos los equipos. Influyen muchos aspectos como jugar sin público, muchos cambios. La Real estaba como una moto, han trabajado en casa y espero que no hayan perdido esa base.
Se estrenó en el Bernabéu como comentarista, ¿no?
¡Vaya partido me tocó! Justo pasó eso de Burgos, volví a Donostia y me llamaron. Al principio no estaba seguro, pero luego dije: “Que leches, vamos a probar”. Además era el Bernabéu y el partido se presentaba bonito. Me encontré a gusto y el partido salió perfecto, maravilloso, de los que se recordarán por muchos años.
En el 93 le escuchamos gritar “¡Porterooo!” durante un centro del Madrid.
(Risas) Los últimos minutos di un paso atrás en la cabina y hacía como que despejaba balones con mi cuerpo. Sufrí muchísimo, acabó el partido y estaba como si hubiese jugado porque las piernas me temblaban. En el Bernabéu por mucho que vayas 1-4 y queden 10 minutos sabes que vas a sufrir. Fue un final que le da un toque más épico a la victoria.
Desde que salió usted Zubieta no hace más que sacar muchos laterales.
Se pusieron todos de acuerdo para ir saliendo poco a poco, ya puede salir un portero de vez en cuando (risas). Es una buena noticia para la Real que salgan jugadores que dan la talla. ‘Zaldu’ ya ha demostrado su nivel, ‘Elus’ se ha consolidado como central, Gorosabel las veces que ha salido lo ha hecho genial, está también Sola que es muy potente yendo hacia arriba… el futuro está asegurado.
¿Con la crisis por el virus, la Real tiene ventaja por ser un club de cantera?
Puede ser, sí. Ya sabemos cómo funciona Zubieta, producir e ir al mercado para conseguir piezas que faltan. El Sanse también ha hecho buena temporada, el último partido que jugué con el Burgos fue contra el Sanse y tiene chavales con mucha calidad.
¿Cómo ve a Imanol?
De Imanol no se puede decir mucho más, lo ha demostrado todo ya por cómo es y la humildad que tiene a pesar de lo que está consiguiendo. Se ha hecho respetar a base de trabajo y el trato con los jugadores debe ser increíble. No le tiembla el pulso y el jugador le respeta
Carlos Martínez ya conoce el nuevo Anoeta: “Pude ver el derbi y fue una locura, me sorprendió cómo ha cambiado todo; el sonido, el ambiente, lo bien que se ve el fútbol… Es una pena porque si me hubiese tocado a mí jugar en ese campo… ¡Cómo hubiese subido por la banda! Ahora pasaré a otro roll, al de animar cada semana”, ríe a cargadas. También tiene la final en mente: “Iba a hacer de comentarista y tenía todo cogido, me imagino que como todos me he vuelto loco con las fechas”.
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