Tesla sube un 400% en cuatro meses: ¿un nuevo Apple o una vieja burbuja?

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Primero, los datos. Tesla, el fabricante de coches eléctricos, tocó el lunes su máximo histórico, muy cerca de los 1.800 dólares por acción. A mediados de marzo (cuando la propagación del Covid-19 desató una oleada de pánico en los mercados bursátiles), sus títulos valían 361 dólares. Es una subida del 396% en cuatro meses.
En máximos, la compañía fundada por Elon Musk valía 330.000 millones de dólares (277.700 millones de euros). El 18 de marzo su valor era de 66.000 millones de dólares. Es de decir, que los inversores han considerado que, en tan solo unos meses, Tesla vale 264.000 millones más (la suma de Inditex, Iberdrola, Santander, Endesa, Telefónica y BBVA).
Esta revalorización apenas encuentra precedentes en la historia bursátil. Hay muchas otras compañías pequeñas que se han revalorizado más en menos tiempo. Pero son muchos menos los casos de empresas que hayan añadido más de 250.000 millones de dólares a su capitalización bursátil en tan poco tiempo. Hoy es la decimotercera mayor compañía bursátil de EE UU. Y, en máximos, llegó a ser la décima.
Ante un rally similar son muchos los inversores que empiezan a cuestionarse que sea sostenible. Un ejemplo de las dudas que empiezan a sobrevolar a Tesla es lo sucedido el lunes. Durante la sesión, los títulos se dispararon un 16% (cuando rozó los 1.800 dólares) y acabaron cayendo un 3%. Es una diferencia tal, que en términos de capitalización equivale a 55.000 millones de dólares. Más de lo que vale la combinación de General Motors y Fiat-Chrysler. Equivalente a la suma de las 350 menores compañías del S&P 500.

Tecnología disruptiva
“Saber si Tesla está en modo burbuja no es fácil, aunque empieza a haber síntomas inquietantes. La gran incógnita es si las mejoras tecnológicas que ha patentado para fabricar coches eléctricos son tan disruptivas que le pueden hacer distanciarse de sus competidores durante muchos años, o si no lo son tanto”, explica Julián Pascual, presidente de la gestora de fondos Buy&Hold y conocedor de las compañías tecnológicas estadounidenses.
Uno de los factores que más ha animado a los inversores a entrar en Tesla es que ha empezado a dar beneficios (después de muchos años quemando caja y dando pérdidas). La firma lleva tres trimestres con ganancias, aunque aún muy pequeñas. De hecho, en 2019 todavía tuvo unos números rojos de 862 millones de dólares, pese a ingresar 24.600 millones.
Además, ha demostrado que sus fábricas de Shangai y Freemont (California) están funcionando a pleno rendimiento, y pueden acabar 2020 vendiendo cerca de 500.000 vehículos, un nivel que era inalcanzable según muchos escépticos.
Incluso los más críticos con la compañía reconocen que los Tesla Model X o Model Y son unos coches de una alta calidad, y que Musk ha demostrado que es capaz de poner en producción nuevas fábricas a una velocidad de vértigo.
Ahora bien, ¿cuántos coches llegará vender? ¿Qué cuota de mercado puede alcanzar en unos años? Aquí es donde las estimaciones empiezan a discrepar.
Para que Tesla mantuviera el valor que ahora tiene hay que asumir que se va a convertir en el Apple de la industria de la automoción. Esto es, una compañía con una enorme cuota de mercado mundial y con una capacidad de fijación de precios que le permite vender teléfonos, relojes u ordenadores a un precio muy superior al de sus competidores.
“Hay una parte de la cotización de Tesla que se explica por el puro movimiento ‘fan’. Musk tiene muchos seguidores, que le consideran un gurú, y que creen que es capaz de conseguirlo todo pero, sinceramente, 1.800 dólares por acción es una barbaridad”, apunta Pascual.
A medida que se ha ido calentando la acción de Tesla, han empezado a surgir alrededor inversores bajistas que apostaban que en unos meses sus títulos se desplomarían. El ascenso ha sido tan meteórico, que la mayoría se ha quedado en el camino.


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