Primeras 4 horas y cuarto de sesión matinal de la primera jornada de test de pretemporada de Fórmula 1, y Max Verstappen empezó como acabó el pasado año, liderando la tabla de tiempos. El vigente campeón del mundo marcó un 1’32″959 y dio un total de 71 giros al volante de un Red Bull RB19 que se reveló por primera vez hoy en pista después de que el equipo de las bebidas energéticas tan solo mostrara en su presentación una decoración sobre una maqueta nada real.
El coche campeón presentó un monoplaza que es una pura evolución de su concepto ganador del pasado año, pero con un suelo con muchísimos cambios, con una parte lateral del suelo sorprendente por lo mucho que se acorta a partir de la zona central del coche. Un concepto muy distinto al resto que se une a sus ya conocidos pontones recortados.
El Red Bull RB19 de Verstappen
Al volante de este bólido Verstappen no solo mostró velocidad, tampoco se le vio rebote en rectas, y además, no sufrió ningún contratiempo de fiabilidad, pudiendo completar 71 giros, uno menos que el Ferrari de Carlos Sainz (2º) y tres menos que Alex Albon (Williams), que fue el que más rodó con 74 giros.
Sainz, en los test de F1 de Bahrein
Carlos Sainz fue segundo a 0″294 del mejor crono de Max Verstappen, pero si algo no interesa en pretemporada, y menos en la primera sesión matinal, son los tiempos. Lo que más importaba este jueves era rodar todo lo que se pudiera, detectar problemas si debían existir para solventarlos lo antes posible y sobre todo recoger datos aerodinámicos para comprobar la correlación de los datos de pista con los de las simulaciones y el túnel de viento para así trabajar en el futuro desarrollo del coche.
En ese sentido, fue una buena mañana para Ferrari, eso sí, mostrando algo de rebote en recta y curva, algo en lo que el equipo italiano deberá centrarse para ganar velocidad. Ese rebote no se vio en Red Bull y tampoco en un Mercedes muy mejorado en este aspecto en el que Russell, de momento, terminó 5º antes de entregarle el testigo a Hamilton por la tarde.
Falsa alarma en Aston Martin
Las alarmas se encendieron al inicio de los test. Habían transcurrido solo 8 minutos de sesión, cuando el Aston Martin de Felipe Drugovich, en su primer giro en pista, se quedaba parado en pleno circuito. Tras una hora perdida, regresaba a pista con el problema arreglado. Había sido algo menor, un contratiempo electrónico. Algo que puede ocurrir en los primeros días debido al montaje del coche. Eso le quitó tiempo de pista al joven Drugovich, quien solo había dado 3 giros cuando faltaban 2 horas y media para el final de la mañana, con más rato en el box después de que se arreglara el contratiempo. En las dos últimas horas, el Aston Martin ya sí rodó con continuidad, sin que se repitieran los problemas, pero lo hizo sin mirar los tiempos ni buscar un crono competitivo.
El cometido de Drugovich para Aston Martin era el de avanzar todo el trabajo aerodinámico posible de recogida de datos y correlación de los mismos con los datos de simulación y túnel de viento para así quitarle esa faena a Fernando Alonso y que el asturiano, que se subirá esta tarde al coche, pueda pilotar centrado en trabajar en cuestiones más relevantes de ajustes y pruebas de configuraciones con su nuevo coche para así empezar a entenderlo.
Falsa alarma para Aston Martin. Alonso tiene luz verde para trabajar esta tarde con un nuevo AMR23 que incluso el jefe técnico de Red Bull, el gurú de la aerodinámica de la F1, Adrian Newey, dijo que podría ser la sorpresa que pueda unirse a la pelea por estar arriba este curso. De ser así, aún queda mucho para ello. Alonso se pone manos a la obra este jueves por la tarde a partir de las 13.15, hasta las 17.30. El objetivo: rodar lo máximo que pueda para empezar a sacar conclusiones importantes para el conjunto.
Drugovich, con el Aston Martin