Parecía que Black Adam podía ser una figura insignia del futuro de DC y Warner en el cine de superhéroes. Sin embargo, la historia del origen del vilano interpretado por Dwayne Johnson ha sido un fracaso por varios motivos. El principal su recaudación, aunque la cinta dirigida por el español Jaume Collet-Serra no ha sido un estrepitoso accidente financiero, no ha conseguido unos números decentes para una producción que ha costado 195 millones de dólares. El pasado viernes, la propuesta aterrizó en HBO Max, pero ni con esas la major ha conseguido desviar las críticas negativas y “los modestos” 389 millones de dólares queha recaudado internacionalmente. Por si esto fuese poco, Black Adam también ha supuesto el enfrentamiento entre The Rock y la recién fusionada Warner Bors. Discovery.
No es que Johnson no hubiese puesto de su parte. El intérprete presionó con fuerza para el regreso de Henry Cavill, siendo Black Adam una especie de anticipación de El hombre de acero 2. De hecho, se llegó a anunciar de forma oficial con una escena postcréditos en la que Superman le decía al todopoderoso Adam que tenían que “hablar”. Para desgracia de los fans, James Gunn y Peter Safran quieren huir de cualquier herencia del Snyderverse, lo que incluye no seguir contando por el momento con Cavill para ondear la capa roja.
Un estreno en medio de una transición
Uno de los mayores problemas de DC es que ha afrontado una de las transformaciones más importantes de su historia con una buena cantidad de proyectos ya comenzados. Black Adam se estrenó a mitad camino del inicio del mandato de Gunn y Safran, lo que no llevará a ningún punto, pues los deseos futuros de los nuevos Kevin Feige de DC pasan por comenzar con una película obre un joven Clark Kent que llega a la ciudad de Metrópolis. Para más inri, parece que Jason Momoa se despedirá de Aquaman en la secuela y que los cameos de Wonder Woman y Superman han sido eliminados de The Flash. Por último, Wonder Woman 3 también fue cancelada.
— Dwayne Johnson (@TheRock) December 8, 2022
Pero la tensión entre Dwayne Johnson y Warner nace de una posible estrategia por parte del equipo del actor, quienes parece que intentaron engrosar los resultados de taquilla de cara a los medios, filtrando información falsa. Una noticia anunciada y después desmentida por Deadline que no ha sentado nada bien a la multinacional. Desde que sucediese eso, Johnson no ha compartido nada en torno a la ficción que produjo y protagonizó con una dedicación y desgaste físico brutal.