‘The Shot’, el cénit de la NCAA

Quedaban 2,1 segundos para el final de la prórroga cuando Sean
Woods anotó la canasta que parecía llevar a los Wildcats de Rick
Pitino a la Final Four de la NCAA de 1992. Kentucky dominaba por 103-102 a Duke tras un duelo emocionantísimo y los casi 18.000 espectadores que abarrotaban el Spectrum de Philadelphia daban ya por hecho que a los Blue Devils se les escapaba el sueño de repetir el título universitario que habían ganado el año anterior. A Mike Krzyzewski y sus chicos solo les quedaba confiar en un milagro.

Tras un tiempo muerto, Duke tenía que sacar de fondo sin apenas tiempo en el reloj para nada. La única opción era un pase largo y cruzar los dedos. Grant Hill cogió el balón y, como si fuera un quarterback de fútbol americano lanzó un pase bombeado hacia el otro extremo del campo. Allí se encontraba Christian Laettner, un ala-pívot de 2,11 que estaba jugando el mejor partido de su vida. Hasta ese momento había metido todo lo que había tirado, nueve lanzamientos de campo y diez tiros libres. Laettner se levantó entre dos rivales y fue capaz de atrapar el balón de espaldas a canasta. Tras aterrizar sobre el parquet, botó el balón y fintó hacia su derecha para revolverse y girarse finalmente hacia su izquierda. Ese movimiento le dio el espacio suficiente para levantarse y lanzar desde cinco metros mientras sonaba la bocina final. Laettner tampoco fallaría ese tiro. El balón entró limpio en el aro y el delirio se desató en el Spectrum.

Laettner, celebrando su canasta ganadora.
Laettner, celebrando su canasta ganadora.

Gracias a ‘The Shot’, como fue bautizado ese increíble ‘buzzer beater’ de Laettner, Duke se impuso por 103-104 y accedió a la Final Four, en la que defendería con éxito su título de campeón al doblegar a Indiana en semifinales (81-78) y a Michigan en la final (71-51). Sin embargo, pocos se acuerdan de estos dos partidos, la memoria colectiva quedó fijada en ese momento del 28 de marzo de 1992 en el que Laettner cambió el signo del campeonato poniendo colofón a un partido magnífico.

Duke había llegado al torneo nacional de la NCAA como gran favorito tras haber perdido solo dos partidos en toda la temporada. Krzyzewski solo había perdido a dos de sus jugadores campeones el año anterior (Greg Koubek y Clay Buckley) pero mantenía a Laettner, Bobby Hurley y Grant Hill y había logrado incorporar a otras dos pieas importantes como Cherokee Parks y Erik Meek. Kentucky, por su parte, regresaba tras dos años de suspensión por violar las normas de la NCAA pero había logrado mantener a sus cuatro senior (Farmer, Feldhous, Pelphrey y Woods), leyendas ahora de esta universidad bajo el apodo de ‘los inolvidables’, y disponía de un arma ofensiva de primer nivel con el ‘sophemore’ Jamal Mashburn.

El duelo entre Blue Devils y Wilcats fue fantástico, sin que ninguno de los dos equipos lograra almacenar grandes ventajas. A pesar de lo que estaba en juego, los ataques se imponían a las defensas y el espectáculo era de primer nivel. Duke llegó al descanso por delante (45-50) y tuvo la opción de resolver el partido en la última jugada del tiempo regular. Sin embargo, el base Bobby Hurley no acertó con su tiro y el encuentro se fue a la prórroga (93-93). En el tiempo extra los Wildcats tomaron la delantera (98-96) pero seis puntos seguidos de Laettner le dieron la vuelta al marcador (102-101) hasta que el tiro de Woods a una mano y a tablero desde la línea de personal, curiosamente por encima de Laettner, parecían darle la victoria a Kentucky con poco más de dos segundos en el reloj. ‘The Shot’ lo cambio todo unos instantes después.

En 2004 USA Today situaría ese partido como el mejor de toda la historia de la NBA, algo que también haría Sports Illustrated dos años más tarde, en 2004. La ESPN, por su parte, lo incluyó también en 2004 entre sus 100 momentos deportivos de los últimos 25 años, en el puesto 17.

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