¿Tienes papel pintado en casa? Aprende este trucazo para limpiarlo y no estropearlo

El papel pintado es una opción muy decorativa y versátil para revestir las paredes de nuestro hogar. Sin embargo, también requiere de un cuidado y una limpieza adecuados para mantenerlo en buen estado y evitar que se deteriore. ¿Sabes cómo limpiar el papel pintado sin dañarlo? Te explicamos a continuación, en qué consiste el trucazo para limpiar el papel pintado y no estropearlo.

El trucazo para limpiar papel pintado  y no estropearlo

Si deseas que el papel pintado esté siempre perfecto, la clave está en limpiarlo y además de forma periódica. Lo ideal es hacerlo cada dos meses, y para ello, el trucazo que no te puedes pasar por alto es que antes que nada es esencial cepillar el papel. 

De este modo, puedes eliminar cualquier resto de polvo o motas acumuladas y con ello, evitarás que ese mismo polvo se quede pegado en cuanto te pongas a limpiar.

Limpiar el papel pintado en función del tipo

Una vez quitado el polvo, podrás proceder con la limpieza del papel pintado aunque recuerda que no todos los papeles pintados son iguales ni admiten el mismo tratamiento. Por eso, es importante saber de qué material está hecho el papel que tenemos en las paredes y seguir las indicaciones del fabricante. En general, podemos distinguir entre estos tipos de papel:

  • Papel vinílico: Es el más resistente y el más fácil de limpiar, ya que soporta la humedad y se puede frotar con un trapo húmedo con agua y jabón neutro. Es el más adecuado para zonas como la cocina o el baño.
  • Papel tejido no tejido: Está fabricado con una mezcla de fibras sintéticas y tiene una buena durabilidad. Sin embargo, no se lleva bien con el agua, por lo que hay que limpiarlo en seco o con un paño ligeramente húmedo. Algunos modelos son más lavables que otros, así que conviene consultar la ficha del producto.
  • Papel tradicional: Está hecho de fibras de celulosa y es el más delicado y menos lavable. Solo se puede limpiar en seco con un plumero o una aspiradora. Hay que evitar frotar o mojar este tipo de papel, ya que se puede rasgar o desteñir.
  • Papel de fibras naturales: Es un papel muy elegante y natural, pero también muy sensible a la suciedad y la humedad. Hay que limpiarlo con mucho cuidado y siempre en seco, con un cepillo suave o una aspiradora. No se debe usar ningún producto químico ni agua sobre este papel.

Según el tipo de mancha

Además de retirar el polvo de la superficie del papel pintado antes de limpiarlo, con un plumero o una aspiradora, también hay que saber cómo actuar ante una mancha puntual. Dependiendo del tipo de mancha, podemos usar diferentes métodos:

  • Manchas ligeras: Si se trata de una mancha superficial, como una huella o una marca de lápiz, podemos intentar eliminarla con una goma de borrar. Hay que hacerlo con suavidad y sin restregar demasiado para no dañar el papel.
  • Manchas húmedas: Si se ha derramado algún líquido sobre el papel, hay que actuar rápido y secarlo con un paño o papel absorbente. Luego, podemos pasar un trapo húmedo con agua y jabón neutro, siempre que el papel lo admita. Si no, podemos usar un paño seco o una esponja mágica.
  • Manchas de grasa: Este tipo de manchas son más difíciles de quitar, pero podemos recurrir a unos polvos de talco o maicena para absorber la grasa. Hay que espolvorearlos sobre la mancha, cubrirlos con un plástico y dejarlos actuar durante 24 horas. Luego, hay que retirarlos con un cepillo suave o una aspiradora.
  • Manchas difíciles: Si la mancha es muy persistente o está incrustada en el papel, podemos probar a usar algún producto específico para limpiar el papel pintado. Hay que seguir las instrucciones del fabricante y aplicarlo con cuidado sobre la zona afectada. También podemos usar alcohol o vinagre diluido en agua para algunas manchas, como las de tinta o vino1.

Lo que no debes hacer

Por último, hay que tener en cuenta una serie de precauciones y evitar algunos errores a la hora de limpiar el papel pintado. Estos son algunos de ellos:

  • No usar productos químicos agresivos, como lejía o amoníaco, que pueden dañar el color y la textura del papel.
  • No empapar el trapo o la esponja, sino escurrirlo bien antes de pasarlo por el papel. El exceso de agua puede provocar que el papel se despegue o se arrugue.
  • No frotar con fuerza ni usar utensilios abrasivos, como estropajos o cepillos duros, que pueden raspar o romper el papel. Hay que limpiar con suavidad y delicadeza.
  • No limpiar el papel si está recién colocado, sino esperar a que se seque y se adhiera bien a la pared. De lo contrario, podemos estropear el acabado.

Siguiendo estos consejos y trucos, podrás limpiar el papel pintado sin estropearlo y mantenerlo como nuevo durante mucho tiempo. Recuerda que el papel pintado es un revestimiento muy decorativo y resistente, siempre que se cuide adecuadamente.


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