Ahora que el rival está muy tocado, bastante más de lo que parecía dada su seriedad colectiva y organizativa, da la sensación de que el Nuevo José Zorrilla puede ser un escenario para hacer bueno el triunfo frente al Sevilla y reforzar la irregular marcha rojiblanca con el parón liguero a la vuelta de la esquina. El Valladolid está cojo de gol, con la confianza posiblemente limitada, pero será un oponente que cataloga el partido de mañana como final. Con esa tensión se puede jugar a poco que el Athletic lo sepa manejar; con ese presunto nerviosismo se puede sacar tajada. El estadio ha sido propicio para los leones y para el lucimiento de algunos de ellos en épocas recientes, para reivindicaciones con peso histórico.
Por ejemplo, Muniain anotó en 2009 con 16 años su primer gol en la competición liguera para obtener un empate a 2 en un encuentro de lo más extraño –Llorente fue retirado del campo en camilla, por ejemplo-; el pasado año U
nai López hizo lo mismo con un poco más de una década de diferencia y un tanto de bandera con el lanzamiento de una falta al borde del área.
En ese mismo encuentro Córdoba hizo su segundo tanto en la Liga después del que anotó ante el Villarreal. El extremo zurdo cerró la cuenta con la diestra poco después de que lo hiciera Williams sacando tajada de un claro error defensivo pucelano. Y en esa primera parte Raúl García también se sumó a la fiesta con un testarazo a pase precisamente de Córdoba.
Una racha que dura
El veterano jugador navarro buscará en Zorrilla espantar el mal momento por el que atraviesa, ya que suma nueve jornadas sin marcar y se acerca a su peor racha, que fue la cosechada en la temporada 2018/19, en la que encadenó hasta 13 partidos sin poder mojar. Después de hacerlo ante el Betis se quedó en blanco ante Villarreal, Barça, Real Sociedad, Eibar, Rayo Vallecano, Valencia, Espanyol, Atlético de Madrid, Getafe, Levante, Girona, Alavés y Valladolid. Fue en Anoeta donde dejó por fin su huella en la derrota bilbaína. En otros ejercicios también ha encadenado diez partidos sin dar en la diana.
Desde el doblete ante el Levante del 12 de julio de este año, Raúl García no anota y es demasiado para el que fuera el máximo realizador del equipo la pasada campaña. Son casi cuatro meses de espera, con la pretemporada de por medio.
Además, fue relevado a los 54 minutos ante el Sevilla, algo inusual. En Valladolid puede retomar el pulso goleador para aumentar las prestaciones de un tridente que parece apuntar un mejor rendimiento: Muniain marcó a los hispaleneses saliendo del banquillo y Williams dio una asistencia de lujo a Sancet desde la izquierda poco tiempo después de haber marcado al Levante.
Con panteras y búfalos
La ‘pantera’ parece ir recobrando el tono físico y con ello su juego, haciendo buenas migas con Villalibre, como sucedió ante el Sevilla y semanas atrás contra el Eibar. En ambos casos, su salida al campo dio resultado. En Ipurua el marcador era de 1-1 y acabó en un 1-2; en Bilbao, entró en el minuto 54 con 0-1 y se terminó remontando.
Por cierto, el ‘búfalo’ regresa a una de las que han sido sus casas en forma de cesiones: en la campaña 17/18 jugó como futbolista blanquivioleta un total de 14 partidos de Liga, sin un solo gol que llevarse a la boca. Quizá el destino le depare una satisfacción realizadora mañana en Pucela, así como a Raúl García en un escenario que ofrecido reivindicaciones varias. Tal vez se vea juntos desde el inicio a Williams y Villalibre y se revivan las sensaciones de hace ocho meses.
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