Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, fue uno de los invitados a las jornadas ‘Hablamos de fútbol. Lenguaje y Deporte’ que fueron organizadas por el Cádiz, y que sirvieron de antesala para el Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebra en la capital gaditana del 27 al 30 de marzo. Junto a él estuvieron debatiendo el actual presidente del conjunto gaditano, Manuel Vizcaíno y Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo de la Coruña.
Una sesión en la que Enrique Cerezo compartió algunas de las claves sobre comunicación que ha aprendido desde que entró al club colchonero, y también manifestó su opinión sobre los cambios que ha habido en los últimos años al respecto.
En una mesa redonda en la que se hablaba de comunicación, no se podía pasar por alto la etapa en la cuál estuvo en un segundo plano porque todo el protagonismo lo tenía Jesús Gil, que era por aquel entonces el presidente del Atlético. “En el mundo del fútbol ha habido grandes oradores, grandes presidentes que se han comunicado perfectamente. Jesús Gil tenía una fabulosa condición para animar a los aficionados, jugadores y entrenadores. Era un tipo de gente que con el tiempo resultaron ser muy buenas para el ambiente del fútbol y que ahora se echa de menos. La animación que daban los presidentes antes, durante y después de los partidos para que la prensa lo transmitiera unas veces bien y otras mal y la gente pudiera verlo y debatir. Daban un ambiente muy especial que se ha perdido”.
Cerezo tampoco tuvo problemas para reconocer que en sus comparecencias públicas trata de “no decir nada”, aunque fracasa en muchas ocasiones. “El lenguaje futbolístico se adquiere cuando se está dentro del fútbol. Hay una parte muy importante, y es que te tienes que dirigir a diferentes conceptos sociales que tiene un club: jugadores, entrenadores, aficionados… por eso lo mejor del lenguaje periodístico es no decir nada, y aún así algún periodista te saca un titular”. A lo que añadió sobre su estilo a la hora de hablar que “siempre he sido conciliador. En este mundo se mueven tantos personajes que si no eres conciliador no eres nadie”.
Sobre las comparecencias públicas también dejó esta confesión: “Los entrenadores siempre dicen lo mismo cuando pierden o cuando ganan. Es un lenguaje muy fluido, que da mucho juego y que los que siguen la prensa no se deben molestar porque siempre es el mismo”.
También aseguró que no se fija en otros a la hora de comunicarse: “Es muy difícil parecerse a alguien. Todo ha cambiado mucho y más que va a cambiar. Creo que todo es diferente a como era en los 90. Las comidas de directivas eran una tradición tan importante o más que el partido. Eso se fue perdiendo, aunque aún no se ha perdido del todo. Eso es bueno e interesante porque ahí es donde puedes decir lo que verdaderamente sientes aunque luego no sirva para nada”.
Por último, el presidente del Atlético de Madrid aseguraba que algunos cambios que se han producido en el mundo del fútbol le sorprenden. “No me imaginaba nunca que en un campo de fútbol como el del Cádiz un día a las ocho de la noche se parara un partido tres minutos para que los jugadores bebieran agua y lo estamos viviendo y a lo mejor es bueno. O cambiar a cinco jugadores cuando antes se cambiaban dos y ya parecían muchos. Por lo que la comunicación tampoco puede ser la misma que la de hace 10, 15 o 20 años”. .