INDIANÁPOLIS, Indiana — La familia del sospechoso del tiroteo esta semana en un centro de FedEx en Indianápolis, donde murieron ocho personas, dijo este sábado que intentó darle “la ayuda que necesitaba”, después de que se supiera que había estado recluido en el pasado en un centro de detención psiquiátrico.
En un breve comunicado, los parientes de Brandon Hole, de 19 años quien murió por un disparo autoinfligido tras el ataque, expresaron sus disculpas “más sinceras y sentidas” a las víctimas, sus familias y a los vecinos de Indianápolis por “esta tragedia sin sentido”.
“Estamos devastados por la pérdida de vidas causada por las acciones de Brandon; a través del amor de su familia, intentamos darle la ayuda que necesitaba”, explicaron en la nota.
Según la policía, Hole, un exempleado de FedEx, abrió fuego el jueves por la noche de manera indiscriminada en un almacén de la empresa de servicios postales, donde mató a ocho personas y ocasionó heridas a cinco, antes de quitarse la vida.
Ocurrió en un centro de FedEx cerca del aeropuerto; el sospechoso se quitó la vida, según la policía.
El viernes, las autoridades acabaron de identificar a las víctimas mortales, cuatro de las cuales eran miembros de la comunidad sikh, un credo originario del estado de Punjab, en la India. Aunque, más temprano en la jornada, el FBI aseguró que es prematuro ”especular acerca del motivo” mientras sigue la investigación.
Los fallecidos fueron identificadas el viernes como Matthew R. Alexander (32 años), Samaria Blackwell (19), Amarjeet Johal (66), Jasvinder Kaur (64), Jaswinder Singh (68), Amarjit Skhon (48), Karlie Smith (19) y John Weisert (74).
Este sábado se celebraron varias vigilias en homenaje a las víctimas de la masacre en distintas partes de Indianápolis, como en el West Side Park y frente al ayuntamiento.
Un comunicado del FBI, citado el viernes por el canal CNN, reveló que Hole estuvo en el pasado recluido temporalmente en un centro de detención psiquiátrico y que se le incautó un arma de fuego en aquel entonces.
Según una llamada al 911, oficiales encontraron al sospechoso muerto con una herida de bala en la cabeza. Se cree que se había quitado su propia vida.
Su madre declaró al FBI en marzo de 2020 que su hijo podría intentar suicidarse o comportarse de manera amenazante para hacer que las fuerzas de seguridad lo tuvieran que abatir.
Hole fue interrogado un mes después por el FBI, que no vio en él ningún “extremismo violento con motivación racial” ni halló que hubiera cometido ningún delito, aunque no se le devolvió el arma que le habían decomisado.
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