Todo lo que no sabías acerca del ozono

La capa de ozono u ozonósfera es una zona de la estratósfera que tiene alta concentración de ozono. Esta capa absorbe de un 97 a un 99 % de la radiación ultravioleta, por lo tanto es esencial para la vida.

El 16 de septiembre fue establecido como el Día internacional de la protección de la capa de ozono por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los primeros que pudieron realizar observaciones de la capa de ozono fueron unos exploradores antárticos en el año 1912. Informaron que habían visto nubes que se asemejaban a un velo en la estratósfera polar.

El meteorólogo británico G.M.B. Dobson fue quien desarrolló el aparato que permite medir el ozono de la estratósfera. Se llama espectrofotómetro, y entre 1928 y 1958 se estableció una red mundial de estaciones de monitoreo de ozono que se mide según la unidad Dobson en su honor.

Una sola unidad Dobson (DU, por sus siglas en inglés) contiene 2,69×1016 moléculas de ozono por centímetro cuadrado de superficie en la base de una columna de aire.

Más detalles acerca del ozono

El control de este gas comenzó en el año 1956, cuando se estableció el observatorio en la Antártida “Halley Bay” del Centro de Investigación British Antarctic Survey. Además de los observatorios que hoy existen en la superficie terrestre, también se monitorea la capa mediante aeronaves y satélites.

Hablamos de un gas que se halla más cercano a la Tierra, pero que también cumple una útil función, pues elimina algunos contaminantes de la atmósfera.

El agujero en la capa de ozono no existe, es un área de la capa estratosférica que es mucho más delgada que en otras partes del mundo y se encuentra encima de la Antártida.

Los investigadores Mario Molina y Sherwood Rowland recibieron en el año 1955 el Premio Nobel de Química por su descubrimiento sobre cómo afectan los gases CFC (clorofluorocarbonos) a la capa de ozono.

Desde 1974 comenzó la prohibición del uso de los productos que generan CFC, como los sistemas de refrigeración contaminantes y los aerosoles.

Desde 1989, en que se establecieron los Protocolos de Montreal y se prohibió definitivamente su uso, la capa que protege nuestro planeta ya no se encuentra en proceso de reducción.

Si las protecciones ambientales se mantienen y se cumplen, para el año 2050 se podrían recuperar las áreas de este gas en las latitudes del norte y para el año 2065 se recuperaría la capa de la Antártida por completo como si nada hubiera sucedido.


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