Todos los consejeros del Real Betis, encabezados por el presidente Ángel Haro y el vicepresidente José Miguel López Catalán han avalado y puesto dinero efectivo de su patrimonio personal para agilizar las inscripciones de jugadores en el Betis. Los dirigentes del Real Betis han preferido poner en juego su dinero antes que malvender a sus figuras y equilibrar las cuentas y el límite salarial a costa de restar potencial al plantel que dirige Manuel Pellegrini.
Haro y López Catalán han puesto tres millones de euros cada uno -mitad en dinero efectivo y mitad en avales, ya transferidos íntegramente a LaLiga-, mientras que los otros seis consejeros del club –José María Pagola, Ozgur Unay, Carlos González de Castro, José María Gallego, Rafael Muela y Ricardo Díaz– han puesto otros 300.000 euros entre todos.
Este dinero queda en custodia de LaLiga hasta el 5 de julio del año que viene como máximo y si en esa fecha no se han cumplido los objetivos de reducción de gastos o aumento de ingresos, la cantidad repercutiría contra los avalistas y quedaría registrada en el balance del club como patrimonio neto con carácter no reintegrable, pudiendo LaLiga aplicar estas garantías para el pago de deudas vencidas por el club. No obstante, si estos objetivos marcados se alcanzaran antes del fin del plazo (con la venta de algún futbolista ahora, en enero o antes del 30 de junio de 2023) las cantidades avaladas se restituirán a los avaladores.