Limpios y sin tarjetas. Así arrancan esta noche los jugadores del Real Madrid la ida de semifinales ante el Manchester City. Lo mismo sucederá mañana en el duelo entre el Liverpool y Villarreal.
Esto supone que, salvo que fueran expulsados, todos los jugadores podrán jugar los dos duelos de semifinales y una hipotética final sin miedo a perderse el siguiente encuentro.
Solo hay un escenario que impide a cualquiera de los futbolistas poder perderse por motivos disciplinarios alguno de los tres partidos.
Primero, y más extremo, que fuera expulsado en este encuentro de ida, perdiéndose lo que reste de encuentro más la vuelta de las semifinales de la próxima semana. Si podría estar sin embargo en la final, si su equipo finalmente la juega. En caso de ser roja habría que ver los motivos y si esto podría propiciar más de un encuentro de sanción.
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El Segundo pasa porque un futbolista viera las dos amarillas o la roja directa en la vuelta de semifinales. Solo en ese caso se perderían la gran final del 28 de mayo en el Estadio Sant Dennis de Paris.
Si el que viera la segunda amarilla o la roja directa no acabase jugando la final porque su equipo fuera eliminado, entonces esta sanción tendrá que cumplirla en la primera jornada de grupos de cualquiera de las competiciones europeas.
Lo mismo sucedería al jugador que juegue las dos semifinales y la final, siendo amonestado en cada uno de los encuentros. Esto supone completar el ciclo de tres tarjetas de la UEFA y por tanto este ciclo lo tendrá que cumplir la próxima temporada 2022-2023.