Los organizadores de los Juegos Olímpicos limitaron el lunes el número de espectadores a 10.000 para cada sede en los Juegos de Tokio 2020, días después de que expertos advirtieran que realizar el evento sin público sería la opción menos riesgosa en medio de la pandemia de COVID-19.
La decisión, ampliamente esperada luego de los comentarios de los organizadores y los asesores médicos del gobierno, destaca el impulso de Japón para salvar la multimillonaria iniciativa en medio de la oposición pública y la profunda preocupación por un alza en los contagios.
Japón ha evitado en gran medida el tipo de brotes explosivos de coronavirus que han devastado a otros países, pero la distribución de las vacunas ha sido lenta y el sistema médico se ha visto colapsado en algunos lugares.
El límite para los Juegos, programado para comenzar el 23 de julio, “se fijará en el 50% de la capacidad del recinto, hasta un máximo de 10.000 personas“, informaron los organizadores en un comunicado.
Pero los vítores que celebran una victoria o la actuación de un deportista por el que nadie apostaba podrían sofocarse ya que los gritos estarán prohibidos. Los organizadores también dijeron que se exigirán mascarillas y que se solicitaría a los espectadores que viajen directamente a los lugares y se vayan directamente a casa.
Los números podrían reducirse aún más después del 12 de julio, dependiendo de si las medidas de “cuasi emergencia” del COVID-19, que vencen el día anterior, se extienden o se deben a otras medidas antiinfecciosas vigentes en ese momento, agregaron los organizadores.
Ya se ha prohibido a los espectadores extranjeros. El estadio nacional, construido para los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964, habría albergado a 68.000 fanáticos, pero ahora estará a menos del 15% de su capacidad.
Sin embargo, las ofertas de televisión, como la de NBCUniversal por 17 noches de cobertura en horario estelar de Estados Unidos garantizarán que los Juegos se transmitan por todo el mundo.
Los organizadores aún están considerando si permitir que se sirva alcohol en los lugares, dijo la presidenta de Tokio 2020, Seiko Hashimoto. Incluso cuando los expertos expresaron su preocupación, Hashimoto había señalado previamente que estaba considerando permitir hasta 10.000 espectadores.
Algunos de los principales expertos en salud del país declararon que no tener público sería la opción menos riesgosa.
“Sería preferible no tener audiencia desde el punto de vista del control de enfermedades infecciosas”, dijo a Reuters Haruka Sakamoto, médico e investigadora de la Universidad de Keio, antes de la decisión.
“Me preocupa no solo el aumento en el número de personas que vienen a ver los Juegos Olímpicos en sí, sino también el debilitamiento del sentido de urgencia de la gente al albergar los Juegos Olímpicos con espectadores”.
Alrededor del 65% del público quiere que el evento se posponga nuevamente o se cancele, según una encuesta de la emisora Asahi News Network. Casi el 70% dijo que pensaba que los Juegos no se llevarían a cabo de forma segura, mostró la encuesta.
(Reuters)
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