Horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostrara dispuesto a reunir la mesa de diálogo con la Generalitat este mismo mes de septiembre, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha enfriado este escenario y no ha mostrado entusiasmo por la idea. “Le corresponde al gobierno español poner la fecha, pero antes de reunirnos ha de haber un trabajo previo, un orden del día y cómo afrontaremos los temas de discusión”, ha dicho Budó en rueda de prensa, en lo que ha sonado como un interés por demorar el encuentro.El mismo Quim Torra desdeñó el lunes en TV3 una nueva reunión entre ambos gobiernos para abordar la situación política catalana y aseguró que solo acudirá a una reunión de la mesa de diálogo entre gobiernos si es para negociar un “referéndum” de autodeterminación para Cataluña y la amnistía para los “presos políticos y exiliados”, al tiempo que aseguró que la reunión celebrada hasta ahora solo había servido para “hacerse una foto”.La consejera Budó ha matizado hoy ese rechazo frontal, aunque ha insistido en que “si no se puede hablar de la amnistía de los presos ni del derecho de autodeterminación, no tiene sentido la mesa de diálogo”. Al mismo tiempo ha dicho: “Siempre estamos dispuestos a sentarnos, pero que el Gobierno decida si quiere abordar este diálogo y hablar de todo, porque ha sido una ministra [Margarita Robles] la que definió nuestros objetivos como juegos florales, y nosotros no estamos para juegos florales”.La mesa de diálogo se reunió a finales de enero, poco después de la formación del Gobierno de coalición y entonces se fijó un calendario muy ambicioso, con reuniones mensuales a un segundo nivel y sin la presencia de Pedro Sánchez ni Quim Torra. Sin embargo, la crisis del coronavirus lo cambió todo y ese marco de diálogo quedó en un segundo plano, pese a las buenas promesas de reactivarlo el pasado mes de julio.El diagnóstico que hace Esquerra Republicana, socio del Govern y parlamentario de Junts per Catalunya es distinto al de Torra. Así, el vicepresidente Pere Aragonès, ha manifestado este martes en Catalunya Ràdio: “el diálogo político por la autodeterminación nunca está en una vía muerta”. El líder de ERC ha añadido que su formación no abandonará los esfuerzos por conversar con el Gobierno central. “No nos levantaremos de una mesa donde podamos defender la independencia, que debe pasar por un referéndum y por la amnistía”, ha añadido.Pedro Sánchez ha hecho el ofrecimiento de la reunión de la mesa de diálogo en el marco de la negociación para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y su voluntad de que sean apoyados por Esquerra. La portavoz de Junts per Catalunya, Laura Borràs, también se ha posicionado de inmediato y tampoco ha cerrado la puerta a que sus diputados voten las cuentas, aunque en este caso ha sonado más a un intento de mantener la cohesión interna después de las fugas que se están produciendo procedentes del PDeCAT y cuyo alcance aún está por concretar en el grupo parlamentario.
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Torra enfría la reunión de la mesa de diálogo en septiembre que ofrece Sánchez
