El central murciano sólo sufre un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda
Raúl Torrente se siente aliviado después del susto que se llevó el pasado sábado tras tener que abandonar el terreno de juego en el inicio del partido frente al Burgos. Tras haber superado recientemente una grave lesión en la rodilla derecha, el joven central murciano se asustó al ver que en un encontronazo se hizo daño en la izquierda y temió haberse podido romperse otra vez el ligamento cruzado.
Por fortuna todo se ha quedado en un esguince de segundo grado en el ligamento lateral interno, lo que provoca que deba estar de baja en torno a un mes. Es una circunstancia que le va a cortar el ritmo después de haberse recuperado del todo para competir, pero al menos no es tan grave como se temió y no tendrá que pasar por el quirófano.
Mientras tanto, el equipo que entrena Paco López ya se encuentra inmerso en la preparación del partido del próximo domingo en Los Cármenes frente a la Ponferradina. Volverán a estar disponibles Quini e Ignasi Miquel tras cumplir sanción por acumulación de amonestaciones.
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