Las negociaciones entre General y Motors y el sindicato United Auto Workers fracasaron y habrá una huelga a partir del domingo en la noche, informó el gremio conformado por 49,000 miembros.
La decisión se produjo después de que unos 200 líderes sindicales votaron por unanimidad a favor del paro durante una reunión el domingo por la mañana en Detroit.
“Apoyamos a General Motors cuando más nos necesitaban. Ahora estamos unidos en solidaridad con nuestros miembros”, dijo el vicepresidente sindical Terry Dittes en un comunicado.
Todavía es posible que los negociadores vuelvan a la mesa y lleguen a un acuerdo, pero el portavoz sindical Brian Rothenberg dijo en conferencia de prensa que era poco probable.
El anuncio se produjo horas después de que el sindicato dejó que su contrato con GM expirara el sábado por la noche.
En tanto, uno 850 conserjes representados por AUW que trabajan para Aramark, otra empresa separada, se fueron a huelga el domingo, indicó el grupo.
La huelga afectaba a ocho instalaciones de GM en Ohio y Michigan. GM dijo en un comunicado que tenía planes de contingencia por cualquier alteración derivada de la huelga en Aramark.
Mencionando diferencias significativas con la compañía en lo que respecta a salarios, atención médica y otros asuntos, Dittes dijo a los miembros del sindicato en una carta que el domingo por la mañana se tomaría una decisión sobre si se declara una huelga o no.
Las cartas dirigidas a GM y sus agremiados pretendían aumentar la presión a los negociadores de GM.
“Aunque estamos peleando por mejores salarios, una atención médica asequible y de calidad, y seguridad del empleo, GM se rehúsa a anteponer a los estadounidenses que trabajan duro a sus ganancias récord”, declaró Dites, en un comunicado difundido el sábado en la noche.
Una huelga de los 49,200 agremiados paralizaría la producción de GM en Estados Unidos, y probablemente interrumpiría la fabricación de vehículos de la compañía en Canadá y México. Esta situación causaría que haya menos vehículos para los consumidores en los lotes de los concesionarios y podría imposibilitar la fabricación de coches y camiones de pedidos especiales.
En caso de que se concrete la huelga, sería la primera del sindicato desde que en 2007 paralizó labores durante dos días en GM.