Trapp y su afición coronan al Eintracht en Sevilla

Trapp y su afición coronan al Eintracht en Sevilla

El fútbol da, el fútbol quita. Y en el Sánchez-Pizjuán la gloria fue este miércoles para el Eintracht de Frankfurt. Y el grito que resonó en el estadio: “Kevin Trapp, Kevin Trapp“. Una y otra vez. Durante la tanda, después.

Y el cancerbero le paró a Aaron Ramsey su pena máxima. Fue la noche más dulce para el portero que defendía la meta del PSG en la remontada por 6-1 del Barcelona. Fue el héroe.

“La afición del Eintracht de Frankfurt es la mejor de toda Europa”. La frase és del centrocampista mexicano Marco Fabián, que defendió su camiseta entre 2016 y 2018. Y que con el Eintracht ganó la Copa de Alemania derrotando al Bayern. Fabián no se perdió la final.

Sea como sea, los seguidores del equipo de Oliver Glasner han llevado en volandas a sus jugadores hasta la gloria de levantar la Europa League al cielo de Sevilla.

Muy lejano le quedaba al Eintracht de Frankfurt su único título europeo, la Copa de la UEFA lograda en 1979-80. En Sevilla tuvo que ser donde dicho equipo alemán celebrara el segundo.

Estuvo el jugador número 12 del Eintracht en todas las citas. En plena Semana Santa los aficionados de dicho conjunto de Frankfurt ‘invadieron’ el Camp Nou, lo que causó una crisis en el equipo azulgrana por el asunto de las reventas. No faltaron en el London Stadium para ayudar a encarrilar las semifinales contra el West Ham. Algunos radicales crearon disturbios en Sevilla y en el Sánchez-Pizjuán marcó el primer gol con su organización a la hora de animar.

Al Rangers, a su gente, le tocó la otra del fútbol. Habían pasado 40 años desde que dicho equipo escocés tocó la gloria europea. Cuatro décadas y momentos muy duros. Tanto como desaparecer en 2012 y empezar desde cero, desde Cuarta División. Ascenso a ascenso, pero el Rangers volvió a la máxima categoría al final de la 2015-16. No solo a ganar la Premier de Escocia. También a lo más alto de Europa Pero no pudo levantar la Europa League al cielo de Sevilla.

La movilización de los aficionados del Rangers fue histórica. Sólo 17.000 aficionados pudieron presenciar la final en el Sánchez Pizjuán, pero en total 100.000 viajaron a Sevilla, azul y naranja por un día.

En un duelo de aficiones que han llevado en volandas a sus respectivos equipos hasta esta final, fue la del Eintracht la que celebró esta anhelada Europa League. Ni a unos ni a otros venció el cansancio pese al viaje y el calor en Sevilla, que alcanzó los 39 grados durante el día. Es el fútbol: el Eintracht ríe y el Rangers llora




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