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Tres entrenadores y un destino


Lo que mal empieza, mal acaba. El Madrid puso fin el pasado domingo a la temporada con una derrota bochornosa ante el Betis que evidenció punto por punto todas las debilidades del equipo.

Para entender todo lo que le ha ocurrido al Madrid este curso hay que remontarse hasta el final de la pasada campaña.

El 31 de junio de 2018, Zinedine Zidane anunció por sorpresa que abandonaba el Madrid después de lograr su tercera Champions consecutiva.

La decisión del francés pilló al club con el pie cambiado, y tras la negativa de varios técnicos (Allegri y Pochettino, entre otros), se contrató al seleccionador nacional, Julen Lopetegui, en una operación sonada que dinamitó la concentración de España dos días antes de debutar en el Mundial.

Por si fuera poco, el 11 de julio se confirmó la marcha de Cristiano Ronaldo a la Juventus sin que el Madrid hiciera el esfuerzo de traer a un sustituto de garantías ante la previsible falta de gol que sufriría la plantilla.

Lopetegui, seco

La andadura oficial de Lopetegui arrancó perdiendo el primer título de la temporada ante el Atlético en la Supercopa de Europa. A pesar de un inicio prometedor en Liga y Champions, el equipo cayó estrepitosamente en el Pizjuán (3-0) en una derrota que fue un punto de inflexión.

A partir de ahí, el Madrid sumó más de 7 horas sin ver portería y empezó un mes de octubre desastroso (con derrotas ante Alavés, CSKA y Levante) que tocó a su fin con la goleada en el Camp Nou (5-1) que supuso el adiós de Julen.

El vasco dirigió 14 partidos oficiales con un balance de seis victorias, seis derrotas y dos empates en los 137 días que ocupó el banquillo blanco.

La semana trágica de Solari

El técnico argentino del Castilla fue la solución de emergencia escogida por el Madrid para enderezar el rumbo de la temporada. Apelando a “los cojones” y al amor propio de los jugadores, el Madrid sufrió una ligera mejoría que le volvió a meter en la pelea por la Liga y por la Copa del Rey.

Vinicius, Reguilón, Ceballos o Llorente ganaron protagonismo a costa de Isco, Marcelo, Asensio y Casemiro y el Madrid plasmó su recuperación ganando el Mundial de Clubs, a la postre único título de la temporada.

El equipo cogió confianza en el llamado ‘Everest’, cuando en apenas una semana venció en el Wanda en Liga (1-3), ante el Ajax en octavos de Champions (1-2), y empatando en el Camp Nou en la ida de semis de Copa (1-1).

Un espejismo. En una semana infausta, tres semanas después, el Madrid cayó eliminado de la Copa (0-3), sepultó sus opciones en la Liga perdiendo el Clásico (0-1) y se despidió de la Champions con una sonada eliminación a manos del Ajax.

Solari quedó sentenciado tras su semana trágica. Duró en el cargo 5 días menos que Lopetegui (132) y en los 32 partidos que dirigió sumó 22 victorias, 2 empates y ocho derrotas.

En 17 partidos de Liga, sumó 12 victorias, un empate y 4 derrotas, unos números mejores que los de su antecesor y predecesor.

El efecto Zidane, inexistente

Derrotado en todos sus frentes, Florentino se sacó un as de la manga repescando a Zinedine Zidane. El golpe de efecto trayendo al artífice de las tres Champions apenas tuvo recorrido, con todo el mundo pendiente de altas y bajas del próximo proyecto.

A falta de juego y sin alicientes competitivos, el interés del madridismo se concentró en adivinar las intenciones del francés de cara al próximo curso. Solo Brahim aportó algo de alegría.

En las once jornadas que ha estado en el banquillo, Zizou ha acumulado 5 victorias, 4 derrotas y dos empates.

Un curso para no olvidar

“No tenemos que olvidar esta temporada, tenemos que aprender de ella”, apuntó Zidane tras el punto final ante el Betis. Bien hará el Madrid en seguir sus consejos para no repetir los pecados del peor curso en la última década.


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