Iván Merino, piloto de drones acrobáticos de 28 años, uno de los mejores de España, acaba de volver al hotel tras intervenir en un conocido programa de televisión. En directo, su ágil y ligera máquina pasó a escasos centímetros de una llama de 20 metros y se coló entre las piernas de Pablo Alborán. Después cogerá un tren hasta Jimena de la Frontera (Cádiz), su pueblo natal, de unos 10.000 habitantes, donde reside y entrena tres veces a la semana en el estadio de fútbol municipal. Al día siguiente viajará a otros estadios, los grandes templos de la LaLiga Santander, para cumplir el reto de grabar a 100 km/h imágenes inéditas de todos ellos. Pero ahora, mientras es fotografiado, hace volar el dron alrededor de su cabeza sin inmutarse, como si fuera un satélite orbitando. Y pide con una risa que quede claro que el fondo sobre el que es retratado, una pintura de la Gran Vía madrileña, es ficticio. Volar al aire libre estas máquinas requiere obtener una licencia. Aparte de pericia y mucha concentración.
Merino divide su tiempo entre las carreras profesionales y la toma de vídeos. El piloto, en colaboración con LaLiga y Mediapro, ha aceptado el desafío de capturar, desde el aire y a toda velocidad, los entresijos de los estadios de LaLiga Santander. Su dron es capaz de colarse en vestuarios, túneles, pasillos y gradas, o de planear con precisión por la cubierta de un estadio para mostrarla con el máximo detalle, sea a plena luz del día e iluminada de noche. Cualquier rincón que el aficionado no haya visto antes es susceptible de recogerse. “En principio estamos grabando el estadio vacío, pero los clubes van queriendo más y meten gente, le quieren dar vida a la escena. Como el dron es seguro y confían en mi pilotaje, en el del Real Betis, por ejemplo, hemos volado entre las piernas de los jugadores”, detalla.
Roger Brosel, responsable de Contenido y Programación de LaLiga, afirma que estas grabaciones mejoran aún más la retransmisión de la competición y refuerzan una imagen cada vez más reconocible: “El dron acrobático nos da una capacidad inmersiva nunca vista. Permite movimientos muy finos y precisos. Es una herramienta fantástica para enriquecer los contenidos que produce LaLiga”.
El objetivo es elaborar un banco de imágenes espectaculares con ángulos sorprendentes, algo que permite la agilidad de la máquina que dirige Merino. “Las grabaciones se usarán en las previas, presentaciones e intermedios de los partidos, pero también en redes sociales y los diversos programas de fútbol que produce LaLiga, son un apoyo perfecto para entrevistas y reportajes”, continúa Brosel. Esta innovación, producida por Mediapro, se suma a los gráficos sobre las imágenes del dron en directo que ya se ofrecen desde una perspectiva cenital, la señal multicámara en Movistar+ que abre distintas ventanas con distintos puntos de vista del encuentro, la cámara cinematográfica o las repeticiones 360.
Una carrera meteórica
El andaluz es una figura en el mundo de las carreras. Descubrió los drones hace cinco años mientras estudiaba Ingeniería Aeroespacial. Los probó y quedó atrapado. “Desde pequeño me ha gustado volar. Mi padre hacía parapente y competía. Yo siempre tenía aviones de control, era aficionado al aeromodelismo. Y también me encantaba la Fórmula 1″, relata. En esos primeros vuelos autodidactas comprobó que no se le daba nada mal. “Mezclaba mis dos pasiones: las máquinas y el vuelo. ¡Esto tiene que ser lo mío!”, prosigue. Entonces cambió la carrera de Ingeniería Eléctrica y se apuntó a varias competiciones. El despegue fue meteórico. “A la tercera carrera estaba disputando una copa del mundo en la que quedé segundo”, afirma aún incrédulo. Llegaron los patrocinadores, la notoriedad, la selección nacional, varios títulos y la participación en la Iberian Dron League, la competición más importante del mundillo, en la que se alzó con el subcampeonato en 2020 junto a su equipo, Spain Drone Team.
Merino explica que no suele ser el piloto más rápido, pero sí uno de los más templados. Esa es la virtud que le ha abierto camino en la élite y que le ha granjeado trabajos como la grabación de los estadios de LaLiga Santander, un cometido que le exige precisión y tranquilidad en el vuelo para captar las imágenes más inmersivas para el futbolero. El piloto se codea con auténticos locos que pulverizan el crono, especialmente entre los pilotos asiáticos, pero estar arriba con regularidad es cuestión de cabeza fría. Cada ronda, cada prueba, solo dura un minuto. El dron tiene que llegar el primero a la meta mientras esquiva obstáculos a velocidades de vértigo. “Imagínate que estás en Corea representando a España en un campeonato del mundo, con toda la presión, con todo el apoyo de la gente y los patrocinadores, y te juegas todo en un minuto”, explica. ¿Cómo duermes la noche anterior? “Esa es mi gran virtud. Duermo tranquilo. No me afecta demasiado”, contesta.
Esa fama de piloto seguro le ha abierto el campo de actividades. Se ha aficionado a recoger imágenes desde el aire, buscando ángulos y perspectivas solo posibles desde su dron, como las que ya ofrece LaLiga en sus retransmisiones. “Es otro mundo comparado al pilotaje de competición. Las habilidades requeridas son diferentes. Por ejemplo, hay que tener en cuenta si el plano es bonito o no, si la luz te ciega, si los movimientos que haces son lo suficientemente suaves”, amplía. Además de recorrer los estadios de la máxima categoría, su máquina ha seguido de cerca a Marc Márquez pilotando su moto, al bólido de Fernando Alonso, a kitesurfers, a parapentistas…
Cómo grabar un estadio desde el aire
A la hora de acometer la grabación de un estadio, Merino y el equipo de audiovisual de LaLiga y Mediapro establecen un plan de vuelo que marca el camino que recorrerá el dron y los elementos y zonas a capturar. El trabajo tiene cierta complejidad y exige una preparación minuciosa. Merino viaja dos días antes. El primero estudia el mapa del recinto junto al equipo audiovisual. En el segundo graban. La duración de la batería del dron es de tres minutos y entre los muros del estadio, a veces, no hay una cobertura perfecta. El vuelo, por tanto, tiene que estar medido al milímetro.
“Parece una tontería, pero las puertas tienen que estar abiertas y las luces de la ruta encendidas, entre otras cosas”, explica riendo. Hasta el momento se han tomado imágenes de San Mamés, Camp Nou, Wanda Metropolitano, El Sadar, Nuevo Los Cármenes, Ramón Sánchez Pizjuán, Benito Villamarín, RCDE Stadium y Reale Arena, pero se prevé contar con todos los estadios de LaLiga Santander de aquí a final de temporada.
Entre las grabaciones de los estadios de LaLiga y la competición, Merino afirma que le quedan pocos días para trabajar en su máquina voladora. “Somos nuestros propios mecánicos. Nos configuramos los drones, los arreglamos y los soldamos. Hay que saber un poco de aerodinámica, electrónica y mecánica. Pero con práctica cualquiera puede aprender”, anima.
Ahora toca preparar la temporada que viene. Merino es uno de los pocos españoles que vive del dron. En Jimena de la Frontera ya es una figura conocida. Le apoyan sus vecinos y sus padres, encantados desde que vieron que las carreras tenían futuro. Como tienen muchos días de buen tiempo, al andaluz se le suele ver habitualmente por el estadio municipal pilotando, girando entre obstáculos al aire libre a toda pastilla, haciendo giros imposibles. “Son entrenamientos, sí. Pero volar y pasar tiempo con mis amigos para mí siempre es un disfrute”, concluye.
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