El curry es una mezcla de especias de origen indio que podemos comprar en polvo o en pasta y que se utiliza en platos de orientales para aromatizarlos, algo que se agradece sobre todo en platos vegetarianos. Aunque la composición de los currys comerciales es bastante fija, en la India cada cocinero tiene su propia receta, variando la composición según la región y la casta. A pesar de eso, las especias más comunes suelen ser cúrcuma, cilantro, comino y pimienta, las cuales pueden llevar otras como cardamomo, jengibre, guindilla o nuez moscada, por nombrar unas pocas.
Con esta receta he querido hacer mi propia fórmula, utilizando como base un curry en polvo comercial ligeramente picante al que añadí comino y cilantro en polvo. Preparar tus propios currys es una manera estupenda de darle salida a esas especias exóticas que compras para hacer una receta que te llamó la atención en su día, y no vuelves a repetir en la vida. Así que tampoco te agobies si no tienes comino o cilantro, o incluso si no son especias de tu devoción, sustitúyelas por otras; a lo mejor tienes jengibre en polvo, cardamomo, nuez moscada o incluso canela.
Si eres novato en esto de la alkimia especiera, te aconsejo que empieces con cantidades pequeñas. El resultado final va a depender mucho de la potencia de la especia en cuestión, pero puedes comenzar con medias cucharadas de postre y probar, e ir aumentando cantidades hasta que des con el perfil de sabor que más te guste. Si quieres una experiencia 100% india, puedes cambiar el aceite por ghee, la mantequilla clarificada que se utiliza por allí como grasa de cocción de referencia. Hoy en día se puede encontrar en establecimientos especializados.
Dificultad
Si crees que alguna especia la tiene, cámbiala.
Ingredientes
Para cuatro personas
- 400 g de garbanzos cocidos
- 200 g de crema de coco
- 1/2 coliflor mediana
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 4 cucharadas soperas de tomate triturado natural
- 4 cucharadas soperas de yogur griego natural
- 4 cucharadas soperas de hojas de cilantro fresco picado
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva (o ghee)
- 1 trozo de jengibre fresco del tamaño de medio pulgar
- 1 cucharadita de postre de curry picante en polvo
- 1 cucharadita de postre de comino en polvo
- 1 cucharadita de postre de cilantro en polvo
- 1/2 litro de caldo de verduras o agua
- Sal al gusto
- La parte verde de una cebolleta
- Un puñado de hojas de cilantro
- Arroz basmati para acompañar (opcional)
Preparación
- Quitarle las hojas a la coliflor, lavarla, cortarla en arbolitos pequeños y reservar. Pelar la cebolla, los ajos y el jengibre, y picarlos. Reservar.
- En una olla de fondo grueso, calentar el aceite a fuego medio. Añadir la cebolla, una pizca de sal y saltear entre seis y ocho minutos, o hasta que esté ligeramente dorada. Añadir el ajo y el jengibre, y saltear un par de minutos más.
- Incorporar el tomate, otra pizca de sal y saltear tres o cuatro minutos. Añadir el comino, el cilantro en polvo y el curry. Remover bien, cocinar un minuto y añadir la coliflor y los garbanzos. Remover bien para que se mezclen los ingredientes y añadir el caldo. Llevar a ebullición y dejar que hierva 15 minutos a fuego suave, semitapado.
- Apagar el fuego, añadir la crema de coco, probar y corregir el punto de sal si es necesario.
- Servir con cilantro y tallo de cebolleta picados, además de una cucharada sopera de yogur griego. También puedes añadir un poco de arroz basmati hervido.
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