Lo intentó. Si un día había que arriesgar era el de este domingo en el GP de Alemania de F1. El asfalto mojado daba opciones a aquellos que nunca pueden optar a un podio, a que pudieran dar la sorpresa. Y Carlos Sainz, saliendo desde la séptima posición, probó suerte. Lo tenía que hacer. Siempre hay riesgo en condiciones tan complicadas. Y finalmente, la jugada no le salió bien.
El español salió muy bien, peleando por la quinta posición, pero patinó de lado en la primera curva perdiendo posiciones y, posteriormente, trató de pelear con Grosjean por la séptima posición por el exterior. En dicho instante pero, estuvo a punto de tocarse con el Haas y tuvo que salirse de la pista perdiendo posición al regresar. Fue agresivo y no le salió bien, bajando de la séptima a la novena posición, de nuevo encontrándose con otro Haas en su camino, el de Magnussen, con el que casi se tocó y tuvo que volver a salirse por fuera para evitar el impacto.
Tras la salida del Safety Car en la vuelta 3 por un accidente de Pérez, Carlos se estabilizaba en la octava posición por detrás de Vettel, al que cada vez iba comiéndole más terreno. El madrileño estaba acercándose al alemán y prefirió no aprovechar un posterior ‘Safety Car’ virtual y no poner neumático nuevo para seguir al alemán, que tampoco entró. Y finalmente, en la última curva, Carlos cometió un trompo al irse largo y meterse en una escapatoria de asfalto totalmente encharcada. Ahí era imposible controlar el coche, y al tratar de girar, perdió el control de su monoplaza, pudiendo por suerte evitar el muro. Dio marcha atrás y regresó de nuevo a pista, ya en la 14ª posición aunque con mucha carrera por delante.
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