El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, calificó este sábado de “primer paso muy importante” la admisión por parte de Irán de que su ejército derribó “por error” el pasado miércoles el avión ucranio en el que murieron 176 personas —de las cuales 57 eran de nacionalidad canadiense—. Agregó, sin embargo, que el régimen debe asumir “plena responsabilidad”. Con semblante serio y un discurso muy medido, cálido con las víctimas pero aséptico hacia Teherán, Trudeau compareció ante la prensa y reclamó una investigación completa y que provea de “mejores respuestas”, aunque evitó pronunciarse sobre posibles represalias contra el régimen islámico.
Ante las protestas en Irán por el siniestr este sábadoo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha publicado un tuit en que exige la intervención de organizaciones de derechos humanos, para “monitorear y recoger hechos sobre el terreno”. El mandatario ha dicho que “no puede haber otra masacre de manifestantes pacíficos ni un apagón de Internet. El mundo está mirando”.
The government of Iran must allow human rights groups to monitor and report facts from the ground on the ongoing protests by the Iranian people. There can not be another massacre of peaceful protesters, nor an internet shutdown. The world is watching.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 11, 2020
Irán llevaba dos días desdeñando la información de inteligencia procedente de Estados Unidos y Canadá, que apuntaban a que un misil iraní había derribado el avión ucranio, e insistiendo en un “fallo técnico” como causa. El viernes por la noche, en cambio, el propio presidente, Hasán Rohaní, comunicó que el error había sido más bien “humano”, al confundir con una aeronave “hostil” lo que era un Boeing 737-800 de la compañía Ukraine International Airlines (UIA) en vuelo comercial.
“Lo que Irán ha admitido es muy grave. Derribar un avión civil es espantoso y debe asumir toda la responsabilidad”, afirmó Trudeau. “Canadá no descansará hasta lograr esa rendición de cuentas y esa justicia que las familias merecen”, añadió. Una periodista preguntó a Trudeau si cree que lo sucedido fue de veras una desgraciada equivocación, un accidente, pues los expertos cuestionan que Irán no cerrase su espacio aéreo. “Ese es uno de los asuntos sobre los que necesitamos mejores respuestas”, apuntó.
El derribo del avión tuvo lugar en plena escalada de tensión entre Washington y Teherán, a raíz del asesinato selectivo del general iraní Qasem Soleimani en Bagdad por parte de las fuerzas estadounidenses y que fue respondido el martes con el ataque iraní a dos bases militares. Trudeau pidió a Rohaní, con quien habló por teléfono por la mañana, que trabajase con la comunidad internacional para rebajar la tensión en la zona. También le exigió “transparencia total” sobre el origen de la tragedia.
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