El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió este sábado que el cierre del goierno podría prolongarse por “un largo tiempo”, a la vez que insistió en que la oposición demócrata debe aceptar el muro fronterizo para enfrentar lo que considera “una crisis humanitaria”.
“Tenemos una enorme crisis humanitaria en nuestra frontera sur. Estaremos cerrados por un largo tiempo a menos que los demócratas regresen de sus “vacaciones” y vuelvan al trabajo”, afirmó en su cuenta de Twitter.
Las palabras de Trump se producen cuando se cumplen ya 22 días de cierre parcial de la administración, en lo que supone la suspensión federal más larga de Estados Unidos.
“Estoy en la Casa Blanca listo para firmar una ley”, remarcó.
El viernes el mandatario rebajó el tono y retrasó una posible declaración de emergencia nacional para reasignar fondos militares hacia la construcción del muro fronterizo con México, una idea que había tomado fuerza en las últimas fechas y que pondría fin al bloqueo presupuestario.
Trump había reiterado en los últimos días que “probablemente” iba a declarar esta emergencia nacional para cumplir con una de sus promesas electorales estrella, el muro, debido a la “crisis fronteriza” que vive el país.
Desde el pasado 22 de diciembre, Trump ha insistido en incluir fondos para la construcción de la barrera fronteriza en los presupuestos federales, una propuesta que ha chocado frontalmente con la nueva mayoría demócrata en la Cámara Baja.
La mayoría de senadores y miembros de la Cámara de Representantes de ambos partidos se marcharon a sus hogares, lejos de Washington, a pasar el fin de semana con sus familias como es habitual, a pesar de que el cierre administrativo parcial entró hoy en su vigésimo segundo día.
Como consecuencia, se prolonga así el cierre del 25% de la Administración, situación que afecta a unos 800,000 empleados que han dejado de percibir su salario y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos.
Según un estudio de la agencia S&P Global Ratings, el cierre parcial de la Administración ha supuesto una pérdida de $3,600 millones desde su inicio y, de durar otras dos semanas, sumará $6,000 millones, un coste superior a los $5,700 millones que la Casa Blanca ha requerido para construir el muro con México.