El presidente Donald Trump llegó a Chicago este lunes por primera vez desde su elección y a pesar de sus múltiples ataques contra políticos locales en relación a la violencia y por ser una ciudad santuario, ofreció un acalorado discurso.
Trump habló en la convención de jefes de la policía en el McCormick Place en donde “estalló” en contra del superintendente de la policía de Chicago Eddie Johnson y lo criticó por no asistir al discurso.
Johnson, quien organizó la reunión, dijo que no le interesaba asistir en persona al discurso porque se opone a las políticas de la administración y por que para él, “los valores de la gente de Chicago son más importantes que cualquier cosa que Trump diga”.
De esas declaraciones, Trump dijo: “Más que nadie, esta persona debería estar aquí porque tal vez podría aprender algo. Esa es una declaración muy insultante después de todo lo que he hecho por la policía y he hecho más que cualquier otro presidente por la policía”, refutó Trump entre aplausos.
“No está haciendo su trabajo”, continuó diciendo Trump. “El año pasado, 565 personas fueron asesinadas en Chicago. Desde que Eddie Johnson es jefe de policía, más de 1,500 personas han sido asesinadas en Chicago y 13,067 personas han sido baleadas”.
Luego, el presidente dijo que la prioridad de Johnson es dejar a los criminales y a personas que viven en el país ilegalmente en la calle, en lugar de poner en primer lugar la seguridad de los ciudadanos de Chicago.
“Chicago es la peor ciudad santuario del país. Chicago protege a los criminales a niveles que es difícil imaginar”, dijo Trump.
El presidente dijo que al año pasado y solo en el Condado Cook, ICE pidió ayuda y cooperación de las autoridades locales y que Johnson se la negó.
“Esos son sus valores y francamente esos valores para mí son una desgracia”, declaró Trump. “Quiero que Eddie Johnson cambie sus valores y que los cambie rápido”.
El departamento de policía de Chicago se negó a comentar sobre lo expresado por Trump.
La decisión de Johnson de abstenerse del evento enojó al capítulo local de la Orden Fraternal de Policías, que dijo en Facebook que “tal gesto sería un insulto tanto al presidente Trump como a la presidencia y sería una mancha para la ciudad frente a toda la nación, incluyendo la alcaldesa Lori Lightfoot”.
La alcaldesa Lightfoot también se negó a encontrarse con Trump.
La Orden Franternal luego anunció que había realizado un voto de censura en contra de Johnson.
Tal votación posiblemente agradó a Trump, quien en el pasado ha exhortado a los policías a no ser tan amables con los detenidos y fue aplaudido el año pasado en el cónclave similar, realizado en Orlando, Florida.
Allí el mandatario se pronunció a favor de la práctica de detener y revisar a personas sospechosas en las calles, algo que los tribunales han calificado de inconstitucional.
La visita del mandatario se da también en momentos en que 25,000 miembros del Sindicato de Maestros de Chicago se encuentran en huelga, desde el 17 de octubre.
En el cónclave, Trump firmó una orden ejecutiva para crear una comisión que estudie temas como el abuso de drogas, la proliferación de pobres desamparados y las enfermedades mentales, informó la Casa Blanca.
La orden pide medidas para entrenar, retener y reclutar a policías.
Luego de su discurso, el presidente Trump participará en un evento de recaudacion de fondos organizados por el co-propietario de los Chicago Cubs, Todd Ricketts en el Trump Tower.