WASHINGTON — El expresidente Donald Trump enfureció porque el desempeño de sus abogados el primer día de su segundo juicio político fue un desastre, mientras que aliados y senadores republicanos cuestionaron la estrategia, y algunos pidieron que, una vez más, se cambiara a su equipo legal.
Trump, quien veía el juicio que se desarrollaba en Washington desde su club Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, estaba furioso por lo que veía, según una persona familiarizada con su opinión.
También los senadores criticaron lo que describieron como un desempeño inarticulado, cuando el equipo de Trump y los fiscales demócratas comenzaron a presentar sus argumentos ante el el Senado.
Aunque es poco probable que más de un puñado de republicanos voten en línea con los demócratas para declarar culpable al expresidente al final del juicio, el proceso judicial era una posibilidad para que Trump intentara reparar parte del daño a su legado provocado cuando una turba de sus partidarios irrumpió en el Capitolio.
Trump ha sido acusado de incitar la insurrección del 6 de enero y, el mes pasado, se convirtió en el primer presidente en la historia en ser enviado a juicio político dos veces.
Sin embargo, el equipo de Trump —que fue presentado hace poco más de una semana— parecía no estar preparado mientras intentaba una rutina de policía bueno, policía malo, que pasó de la adulación a la jerga legal, y contrastó con las emotivas y centradas interlocuciones de los demócratas.
El principal abogado del expresidente Donald Trump en su juicio político ante el Senado de EEUU, Bruce Castor, sorprendió el martes a los senadores con un discurso inicial que fue más bien una divagación sin rumbo ni argumento claro, que lo convirtió en tendencia en Twitter.
Trump estaba impresionado con los demócratas, que iniciaron la sesión del martes con un poderoso video que compilaba escenas del ataque al Congreso.
Y se quejó de que su equipo —sobre todo el abogado principal, Bruce Castor— dio una mala impresión en televisión y se vio débil en comparación, según la persona, quien habló bajo condición de anonimato para discutir conversaciones privadas.
Los aliados de Trump también se molestaron, y criticaron a los abogados tanto en público como en privado, y con reiteradas palabras altisonantes.
David Schoen, quien había solicitado que el juicio no se llevara a cabo el sábado para poder observar ese día (una solicitud que luego retiró), dijo que normalmente usa una kipá (que se pone tradicionalmente al comer, rezar o estudiar el texto judío), pero “ Simplemente no estaba seguro de si era apropiado”.
“No hay argumento. No tengo idea de lo que hace. No tengo idea de por qué dice lo que dice”, dijo Alan Dershowitz, quien representó a Trump en su primer juicio político, mientras opinaba sobre Castor durante una aparición en Newsmax cuando se desarrollaba la sesión.
Peter Navarro, un antiguo asesor comercial de Trump, ya había exhortado al expresidente a despedir a su equipo legal y contratar al representante republicano Matt Gaetz antes de que comenzara el juicio. “Debes deshacerte de esos tipos. Estas personas no comprenden. Este es un juicio político”, advirtió.
Senadores republicanos lucieron igualmente desconcertados, especialmente respecto a Castor, quien pasó buena parte de su tiempo adulando senadores, elogiando el caso que presentaron los demócratas y saliéndose por la tangente.
Randy Serrano tiene la información.
El senador republicano John Cornyn dijo que Castor “simplemente se la pasó divagando y realmente no tocó el punto del argumento constitucional”.
Comentó que el abogado de Trump David Schoen, quien tuvo la segunda intervención “volvió al tema” y realizó una labor efectiva. Pero he visto a muchos abogados y muchos argumentos y ese no ha sido uno de los mejores”.
Antes de que se acumularan las críticas, otro asesor de Trump describió la presentación de Castor como parte de “una estrategia muy clara y deliberada”.
En un proceso inédito, el Senado dio inicio al juicio contra el expresidente por la violenta toma del Capitolio en enero.
El asesor señaló que después del emotivo argumento inicial de los demócratas, Castor se había dispuesto a “bajar la temperatura” antes de “establecer la naturaleza anticonstitucional de esta cacería de brujas”.
Aparentemente no dio en el clavo.
El senador republicano Bill Cassidy, quien votó junto con los demócratas a favor de proseguir con el juicio, dijo que el equipo de Trump realizó un “trabajo terrible” y fue “desorganizado” y “habló de todo menos del punto en cuestión”.
La senadora republicana Susan Collins, quien también votó con los demócratas, dijo que quedó “perpleja” con Castor, “quien aparentemente no presentó ningún argumento, lo cual es una estrategia inusual”.
El senador Ted Cruz, uno de los aliados más firmes de Trump, dijo que no cree que los abogados hayan “realizado el mejor trabajo”, mientras que el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, otro allegado del exmandatario, dijo que no sabía a dónde quería llegar Castor con sus argumentos.
El equipo legal de Trump no respondió a una solicitud de comentarios sobre lo acontecido durante la jornada o a preguntas sobre si planean hacer cambios.