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Trump gana en 8 estados y Harris en 5

Trump gana en 8 estados y Harris en 5

El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ganó este martes las elecciones en los estados Florida, Tennessee, Alabama, Arkansas, Misisipí, Misuri, Carolina del Sur y Oklahoma.

Mientras que la vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, se hizo con Massachusetts, Maryland, Rhode Island, Connecticut y el Distrito de Columbia, según proyecciones de principales medios.

Con estos estados, Trump sigue por delante de Harris en el recuento con 111 delegados frente a 38 en el Colegio Electoral en su objetivo de llegar a los 270 que dan la victoria.

Se trata de victorias previsibles para ambos candidatos en estados que eran sus bastiones en unas elecciones que van a depender de siete estados -Pensilvania, Georgia, Carolina del Sur, Michigan, Wisconsin, Arizona y Nevada- de los cuales aún no se saben los resultados.

Los estadounidenses no deciden por voto popular quién será su próximo presidente, sino que designan a un número de electores en cada estado que conforman el Colegio Electoral y que se encargan de elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca.

El Colegio Electoral tiene 538 compromisarios y, para ganar, Trump o Harris necesitan al menos una mayoría de 270.

Los colegios electorales de la mitad de los estados de EU ya han cerrado a las 20.00 hora local, incluido Pensilvania, el estado bisagra que más compromisarios otorga para el Colegio Electoral y del que todavía no se conocen los resultados.

Casi tres cuartas partes de los votantes afirman que la democracia estadounidense está amenazada, según los sondeos a pie de urna nacionales preliminares de Edison, lo que refleja la profunda ansiedad del país tras una campaña polémica.

La democracia y la economía fueron, con diferencia, los temas más importantes para los votantes, con alrededor de un tercio de los encuestados citando cada uno de ellos, seguidos por el aborto y la inmigración.

La encuesta mostró que el 73% de los votantes creía que la democracia estaba en peligro, frente al 25% que afirmaba que estaba segura.

Los datos subrayaron la profundidad de la polarización en una nación donde las divisiones no han hecho más que acentuarse durante una carrera ferozmente competitiva.

Trump empleó una retórica cada vez más apocalíptica mientras avivaba temores infundados de que no se puede confiar en el sistema electoral. Harris advirtió de que un segundo mandato de Trump amenazaría los cimientos de la democracia estadounidense.

Las cifras representan sólo una porción de las decenas de millones de personas que votaron, tanto antes como durante la jornada electoral, y los resultados preliminares están sujetos a cambios durante la noche a medida que más personas son consultadas.

Horas antes del cierre de las urnas, Trump afirmó en su sitio Truth Social, sin pruebas, que en Filadelfia se hablaba “mucho de una TRAMPA enorme”, haciéndose eco de sus falsas afirmaciones de 2020 de que se había producido fraude en grandes ciudades dominadas por los demócratas. En una publicación posterior, también afirmó que hubo fraude en Detroit.

“No respondo a tonterías”, dijo a Reuters la secretaria municipal de Detroit, Janice Winfrey.

Un comisionado municipal de Filadelfia, Seth Bluestein, respondió en X: “No hay absolutamente nada de cierto en esta acusación. Es un ejemplo más de desinformación. Votar en Filadelfia ha sido seguro y protegido”.

Trump, cuyos partidarios atacaron el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 tras afirmar que las elecciones de 2020 estaban amañadas, votó antes cerca de su casa en Palm Beach, Florida.

“Si pierdo una elección, si es una elección justa, voy a ser el primero en reconocerlo”, dijo Trump a los periodistas.

Su campaña ha sugerido que podría declarar la victoria la noche de las elecciones incluso cuando aún no se hayan contado millones de papeletas, como hizo hace cuatro años. El ganador podría tardar días en conocerse si los márgenes en los estados disputados son tan estrechos como se espera.

Trump asistió por la mañana a una reunión sobre la participación electoral, pero parecía aburrido de hablar de datos, según una fuente informada de la reunión. Todo lo que Trump quería saber, dijo la fuente, era: “¿Voy a ganar?”.

Harris, que envió previamente su papeleta a California, su estado natal, pasó parte del martes en entrevistas radiofónicas animando a votar. Más tarde, tenía previsto dirigirse a los estudiantes de la Universidad Howard, institución históricamente negra de Washington en la que Harris estudió.

“Volver esta noche a la Universidad Howard, mi querida alma mater, y ser capaz de reconocer este día por lo que es, es realmente cerrar el círculo para mí”, dijo Harris en una entrevista radiofónica.

Tras una campaña vertiginosa, los dos rivales se precipitaban hacia un final incierto mientras millones de votantes estadounidenses hacían cola para elegir entre dos visiones del país radicalmente distintas.

Una carrera marcada por acontecimientos sin precedentes -dos intentos de asesinato contra Trump, la retirada por sorpresa del presidente Joe Biden y el rápido ascenso de Harris- seguía estando demasiado reñida tras miles de millones de dólares en gastos y meses de frenética campaña. (Reuters)


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