Las tensiones entre Estados Unidos e Irán han aumentaron tras la decisión de Trump de retirarse del acuerdo nuclear de 2015.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes sanciones contra el Banco Nacional de Irán, las mayores impuestas contra un país, seis días después de los ataques contra instalaciones petroleras de Arabia Saudita, los cuales Washington y Riad los atribuyeron a la república islámica.
En declaraciones a la prensa durante una reunión con primer ministro australiano, Scott Morrison, en el Despacho Oval, Trump dijo que las sanciones fueron las más severas jamás impuestas a una nación y golpean “directamente a lo más alto”, sin ofrecer mayores detalles, según el diario estadunidense The Hill.
El anuncio tiene lugar dos días después de que el mandatario estadounidense ordenó al Departamento del Tesoro aumentar las sanciones contra Irán luego de los ataques contra dos instalaciones petroleras en Arabia Saudita, ocurridas el sábado pasado.
Tras las sanciones contra el Banco Nacional de Irán, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia condenó las nuevas medidas unilaterales contra Teherán, al calificarlas como “ilegítimas”, y aseguró que de ninguna manera afectarán a la posición de Moscú.
El secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, ha culpado a Irán por los ataques contra dos instalaciones petroleras en Arabia Saudita, acusaciones que Teherán ha rechazado, aunque los rebeldes houthis, respaldados por Teherán en Yemen, se han atribuido la responsabilidad.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, advirtió que un ataque contra Irán se convertiría en una “guerra total” tras los comentarios de Pompeo, mientras Arabia Saudita ha dicho que se usaron armas iraníes en el ataque, pero no culpó definitivamente a Teherán.
Zarif, aseguró que no es Irán el país que promueve un conflicto armado, sino los aliados de Estados Unidos, a los que se refirió como el “Grupo B”, formado por el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, el príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Subrayó que aunque Irán no quiere involucrarse en una guerra, se verá obligado a hacerlo si el pueblo iraní está en peligro: “Irán no tiene ansias de guerra, pero defenderemos, como siempre hemos defendido, a nuestro pueblo y nuestra nación”, enfatizó.
Las tensiones entre Estados Unidos e Irán han aumentaron tras la decisión de Trump de retirarse del acuerdo nuclear de 2015, mediante el cual Teherán limitaría sus actividades nucleares a cambio del levantamiento progresivo de las sanciones internacionales. (Notimex)