Trump prepara su desfile militar soñado para este 4 de Julio

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Un trabajador limpia uno de los dos tanques M1A1 Abrams. foto: AFP | vídeo: reuters / Getty Images

Donald Trump lleva dos años ilusionado con una idea que, si todo sale según su plan, se materializará este 4 de Julio: realizar un desfile militar por todo lo alto que recorra las calles de Washington. Desde que en 2017 el republicano asistió al esplendoroso despliegue celebrado en Francia con motivo del aniversario de la Toma de la Bastilla y el centenario de la entrada de las tropas estadounidenses en la I Guerra Mundial, quiere ver a los tanques marca EE UU circular por la avenida Pensilvania. El magnate neoyorquino tiene previsto ofrecer un discurso en el Memorial de Abraham Lincoln, algo que ningún presidente ha hecho en décadas. “Vamos a tener a los mejores aviones de combate del mundo volando por encima y tanques”, adelantó este lunes el mandatario con la agitación de un niño cuando invita a sus amigos a su fiesta de cumpleaños.
Para el otrora rostro televisivo, el desfile tiene que ser un espectáculo mayúsculo. Como mínimo, mayor que el de París. “Tendremos que superarlo”, fueron las ambiciosas palabras de Trump a su homólogo francés Emmanuel Macron en el evento del 14 de Julio. En enero de 2018, el republicano dio la orden al Pentágono para hacer realidad sus sueños de propaganda bélica, con la participación de las cinco ramas del Ejército, que cuenta con el presupuesto más grande del mundo. Estaba previsto llevarlo a cabo en noviembre, en honor de los veteranos de guerra estadounidenses, pero finalmente se suspendió. “Cuando les preguntamos por un precio para acoger nuestro gran desfile de celebración militar, querían una cifra ridículamente tan alta que lo cancelé”, explicó el mandatario.

Los 92 millones de dólares (unos 81,5 millones de euros) de presupuesto fueron un tropezón, pero no lograron que la idea se evaporara. En febrero Trump anunció que el Día de la Independencia de este año sería “una de las celebraciones más grandes en la historia de Washington”, bautizada “Un saludo a Estados Unidos”. “Y estará dirigido por su presidente favorito ¡yo!”, escribió en su cuenta de Twitter. Hasta ahora, los washingtonianos solían celebrar el 4 de Julio con barbacoas durante el día, un paseo por la zona de los monumentos por la tarde y cerrar la jornada bajo la luz de imponentes fuegos artificiales. Este año el plan incluye un despliegue militar que incluirá el sobrevuelo de aviones de combate, vehículos militares blindados y tanques aparcados.
Para el frustrado desfile del año pasado se habían descartado los tanques porque sus 60 toneladas podían arruinar las calles de la capital. El consejo municipal del distrito de Columbia, que se ha mostrado en contra de la iniciativa del mandatario, tuiteó: “Tanks, but no tanks” (“Tanques, pero no tanques”), haciendo un juego de palabras con la habitual expresión thanks, but no thanks (gracias, pero no, gracias). Sin embargo, Trump ya ha dicho que se podrán ver los nuevos modelos del tanque Abrams y Sherman. El primero se usó durante la guerra del Golfo y el segundo durante la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Corea. El Servicio de Parques Nacionales ha redigirdo cerca de 2.5 millones de dólares que iban a utilizarse en mejorar los parques del país, y ahora han sido invertidos en cubrir los costos asociados al desfile en Washington, según publica el Post, citando a dos fuentes familiarizadas con el acuerdo.
La Administración Federal de Aviación anunció este martes que las operaciones en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington se suspenderán entre las 18.15 y las 19.45 horas para permitir la exhibición de aviones militares. Antes de la pirotecnia, Trump tiene previsto dar un discurso a las 18.30, algo que ha suscitado las críticas de sus detractores por considerar que transformará la festividad nacional en un mitin político. Al ser preguntado en la Casa Blanca si cree que sus palabras llegarán a todos los ciudadanos, el presidente dijo que creía que sí y paso seguido, llevó la respuesta al terreno político.
La última vez que la capital estadounidense fue testigo de un desfile militar fue en 1991, cuando 8.800 soldados salieron a la calle para celebrar la victoria de la Guerra del Golfo durante la Administración de George Bush. Ese evento ya había sido un hito en su día porque en las últimas tres décadas no se había celebrado una marcha militar.


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