WASHINGTON – El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el lunes que su país tiene que tener “cuidado” a la hora de acoger a refugiados que están llegando a Estados Unidos desde las Bahamas tras el paso del huracán Dorian por esas islas, porque entre ellos podría haber “gente muy mala” y pandilleros.
“Tenemos que tener mucho cuidado. Todo el mundo necesita tener una documentación completamente apropiada, porque las Bahamas han tenido algunos problemas tremendos con gente que iba a las Bahamas y que se suponía que no debían estar allí”, dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca.
“No quiero permitir que gente que se suponía que no tenía que estar en las Bahamas venga a los Estados Unidos, incluida alguna gente muy mala y algunos miembros de bandas criminales muy malas”, agregó.
El argumento de cerrar la puerta a los refugiados por la posibilidad de que entre ellos pueda haber criminales es una constante para Trump, quien ya lo empleó durante su campaña electoral en 2016 para referirse a los procedentes de Siria y otros países en Oriente Medio.
Sus declaraciones contradijeron las emitidas poco antes por el encargado en funciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP, por sus siglas en inglés), Mark Morgan.
En una rueda de prensa, Morgan se mostró abierto incluso a considerar la posibilidad de otorgar a los bahameños un Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés), un programa creado en 1990 por el que EEUU concede permisos de residencia temporales a los nacionales de países afectados por conflictos o desastres naturales.
“Esta es una misión humanitaria. Si tu vida está en riesgo y estás en las Bahamas, se te va a permitir venir a los Estados Unidos, tengas o no documentos de viaje”, subrayó Morgan.
Sin embargo, el domingo, un barco que iba a trasladar a cientos de supervivientes de Dorian a Fort Lauderdale, Florida, obligó a más de 100 personas a desembarcar en la localidad bahameña de Freeport porque no tenían un visado estadounidense.
La CBP atribuyó el lunes ese incidente al operador del ferry, conocido como Balearia Caribbean, y aseguró que no fue el gobierno estadounidense quien exigió los visados.