Las labores de búsqueda de supervivientes tras el terremoto del 6 de febrero han concluido en toda Turquía a excepción de en algunos puntos de dos provincias, Hatay y Kahramanmaras, anunció este domingo Yunus Sezer, el presidente de la agencia de gestión de desastres y emergencias de Turquía (AFAD). Estas dos provincias han sido las más devastadas por los terremotos de magnitud 7,8 y 7,5 del pasado día 6 y, además, son a las que los equipos de rescate llegaron con mayor retraso. “Cada día continuamos nuestro trabajo con la esperanza de hallar con vida a algún hermano nuestro”, dijo Sezer. Pero lo cierto es que desde la tarde del sábado no se ha producido ningún nuevo rescate de supervivientes.
Las cifra oficial de muertos en Turquía se sitúa en 40.689 —a los que hay que unir los 5.800 notificados en Siria—, y más de 21.000 heridos continúan ingresados, aseguró Sezer. Sin embargo, se cree que las cifras podrían ser más altas. En primer lugar porque no se ha publicado ninguna estimación sobre cuántas personas quedan aún bajo los escombros o se hallan desaparecidas. Y, además, porque un delegado del Gobierno, Osman Bilgin, reconoció el domingo, durante un encuentro con afectados, que podrían hasta quintuplicarse: “La situación es mucho más terrible de lo que han visto ustedes, de lo que ustedes saben. Las cifras son tres o cuatro veces las que se han hecho públicas, quizás incluso cinco veces peores”. El alcalde metropolitano de Hatay, Lütfü Savas, afirmó que solo en su provincia —una de las diez afectadas— hay 21.000 muertos y que más de 3.000 edificios se vinieron abajo.
Según los últimos datos del Ministerio de Urbanismo, ya se han inspeccionado cerca de 831.000 edificios, de los cuales más de 105.000 han sido derribados por el terremoto o deben ser demolidos por haber sufrido importantes daños estructurales. En total son más de 384.000 viviendas destruidas, o lo que es lo mismo, más de 1,5 millones de personas que han quedado sin hogar. Para ellas se han establecido campamentos y se está promoviendo su evacuación: hasta el domingo, y sin contar aquellos que se han marchado por sus propios medios, AFAD había transportado más de 450.000 damnificados fuera de la región afectada en dirección a otras provincias del país.
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