Cuando empezaron las Finales de la NBA 2023, tanto los Miami Heat como Tyler Herro animaron el cotarro asegurando que el jugador estaba trabajando a contrarreloj para volver en el tercer partido, el primero de la eliminatoria por el título en Florida. No resultó así, y las buenas nuevas tampoco llegaron en el cuarto choque, donde los de South Beach se vieron superados claramente por los Denver Nuggets por 95-108. Con el 3-1 en contra, un resultado que una sola franquicia ha remontado en toda la historia, la ayuda anunciada no parece que vaya a llegar tampoco en el quinto partido.
“No hay novedades. Hará otro entrenamiento de contacto hoy”, decía Erik Spoelstra sobre su tirador más prolífico. Horas más tarde, los Heat apuntaban como “inactivo” a Tyler Herro. El escolta se lesionó en los primeros compases de los playoffs, en el primer partido contra los Bucks en primera ronda el 16 de abril. Se rompió la mano derecha, y casi dos meses después está muy cerca de regresar, pero aparentemente, no lo suficiente.
Por suerte para Miami, el hijo de Kevin Love nació el sábado y no uno o dos días más tarde, cuando el conflicto por su primera paternidad podría haber remado en contra del equipo. El ala-pívot estará listo para vestirse de corto después de viajar un día más tarde y dormir un poco menos de lo esperado. Él es el único jugador en la plantilla que sabe lo que significa remontar un 3-1 en unas Finales, con los Cavaliers en 2016, una experiencia que da esperanzas al equipo de Miami.
En otro apunte más distendido, Spoelstra también aseguró que Burnie, la mascota de Miami, está bien después de haber sido trasladada a las emergencias del hospital tras ser noqueada por Conor McGregor con demasiada seriedad. Lo que era un gag en el descanso terminó doliendo más de lo esperado, pero el técnico afirmó que por fortuna todo quedó en susto y nada más. “No se va a perder tiempo”, afirmó con una sonrisa.
Los Heat no pierden el buen humor a pesar de verse 3-1 abajo y con la necesidad de ganar los tres próximos partidos si quieren llevarse el título.