Tyson Carter, el base-escolta de 24 años y 1,93 metros que salió de Badalona con un MVP y una Copa del Rey para la historia, no se esperaba ganarla, “pero sabía” cuando fichó por Unicaja “que venía a un equipo especial”, reconoció tras la hazaña del club malagueño, donde ha pasado de ser su verdugo a ser el mejor aliado para triunfar.
Es uno de los jugadores de moda. Sus 17 puntos en la segunda parte de la final de Copa ante el Tenerife y sus siete de doce triples convertidos durante el torneo le otorgaron el galardón de mejor jugador y se destapó como lo que está siendo para su club en el presente: un desatascador de partidos.
“Tengo muy buenos compañeros y formamos un gran equipo. Este MVP es el premio a muchas horas de trabajo. Hemos pasado por muchos altibajos, pero todo se ha conjurado para que pudiéramos ganar”, apuntaba el jugador americano en unas declaraciones para la ACB, la liga donde está promediando 10’6 puntos y 8’2 de valoración en los 19 minutos que le da Ibon Navarro.
“Sabía que si jugábamos como sabemos hacer, seríamos capaces de ganarle a cualquiera, y hemos ganado a Barcelona, Madrid y Tenerife y eso lo hace más especial”, reflexionó Carter tras el título logrado.
Carter fue la guinda del proyecto ganador del Unicaja, el noveno y último fichaje del mercado estival que no fue sencillo de cerrar al venir cedido de un equipo Euroliga, aunque el estallido de la guerra de Ucrania que penalizó a los equipos rusos para participar en Euroliga facilitó la operación.
Desde el Unicaja buscaban un escolta que le hiciera competencia a Darío Brizuela para no depender exclusivamente del donostiarra en la anotación, y se confió en este chico con cara de niño que se ha adaptado muy bien a Málaga, pese a que vive solo y tiene una personalidad especial.
Cuenta Juanma Rodríguez, director deportivo y artífice de su cesión junto al visto bueno de Ibon Navarro, que es un chico muy profesional que está muy contento en Málaga, que llega siempre el último al desayuno de equipo, que llama “abuelo” a Will Thomas y que tiene como mentor a su compañero Kendrick Perry.
El club de Los Guindos va a intentar su continuidad para la temporada que viene, aunque dependerá del deseo del jugador y del club al que pertenece, el Zenit de San Petersburgo.
Dos exhibiciones contra su Unicaja
Formado en el equipo de baloncesto de la Universidad de Misisipi (de la NCAA), en donde destacó como anotador durante cuatro temporadas y se convirtió en uno de los cinco mejores triplistas de la historia de la universidad, no fue seleccionado en el draft de la NBA y dio el salto a Europa, a las filas del Lavrio Megabolt griego, cruzándose con el Unicaja en la Liga de Campeones FIBA durante la pasada campaña.
El 21 de diciembre de 2021 le endosó 19 puntos a su actual equipo en la victoria en Grecia al entonces Unicaja de Fotis Katsikaris (70-58), que deambulaba entre decepciones por la competición. Antes, en el duelo de ida en el Carpena, firmó 21 tantos en la derrota de su equipo.
Aquellas dos actuaciones como verdugo de los malagueños quedaron en la retina, y el Unicaja se apuntó el nombre de aquel joven tímido que en la pista jugaba con una confianza extrema en su talento ofensivo.
Carter lideró al Lavrio a la final de la Liga griega en su primer año, en donde se proclamó subcampeón frente al Panathinaikos, y a la temporada siguiente, la de su exhibición contra el Unicaja, ya promedió 17,8 puntos y 2,5 asistencias.
Su rendimiento lo llevó a fichar por el Zenit de San Petersburgo, con el que ganó el campeonato de liga de Rusia y jugó en la Euroliga, hasta que al término de la temporada pasada el director deportivo del Unicaja, Juanma Rodríguez, logró convencerle con un proyecto ambicioso para venir a Málaga.
Ahora, el flaco e introvertido escolta del Unicaja se ha erigido como MVP, ha encajado en la pizarra de Ibon Navarro y se ganado a toda la afición, a la que halaga por su manera de animar: “Probablemente es el mejor ambiente en el que he jugado, saltan, gritan, nos apoyan… es una emoción tremenda”, apuntó.