La batalla en torno a la localidad ucrania de Soledar, en la provincia de Donetsk, acumula cada jornada decenas de muertos. El Estado Mayor del ejército de Kiev ha asegurado este jueves que ha “eliminado” a más de un centenar de soldados rusos en un ataque en esta población del este de Ucrania, escenario de combates sangrientos casa por casa. El Gobierno afirma que resiste al embate ruso, liderado por los mercenarios del grupo Wagner, que asegura desde hace días tener el control de Soledar, algo que Moscú no ha confirmado.
Según el Estado Mayor ucranio, “gracias al trabajo coordinado de soldados de las fuerzas de operaciones especiales, artilleros y lanzacohetes”, se pudo localizar un emplazamiento donde se concentraban soldados rusos para asestar un nuevo golpe a Moscú. El ataque se llevó a cabo con misiles balísticos soviéticos de corto alcance Tochka-U, un arma también utilizada por Rusia.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha afirmado, tras reunirse con el Estado Mayor, que las unidades que defienden Soledar, y la cercana Bajmut, serán abastecidas con “munición y todo lo necesario” de forma “presta e ininterrumpida” para evitar que sean tomadas por Rusia.
“Ellos se están moviendo sobre sus propios cadáveres”, describe la situación la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar, en referencia al elevado número de bajas de las tropas del Kremlin y los mercenarios de Wagner. “Rusia está conduciendo a su propia gente a una matanza, pero nosotros mantenemos nuestras posiciones [en el frente]”, ha insistido la viceministra.
Mientras, Andrei Bayevsky, una figura política y militar títere del Kremlin en Donetsk, ha reconocido este jueves que quedan “focos de resistencia” ucrania, aunque ha sostenido que controlan las afueras al oeste de la localidad.
Los fallecidos en el lado ucranio también son muy elevadas. Por primera vez desde el inicio de la guerra, soldados del ejército defensor se saltan las directrices de evitar informar sobre bajas y comparten en sus redes sociales numerosos vídeos de compañeros heridos.
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“No es tiempo de parar y frotarse las manos, lo importante está por llegar”, ha dicho Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa. Peskov ha agregado que Rusia aún tiene “mucho trabajo por delante” para “liberar” todo el territorio de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, anexionadas ilegalmente por Moscú en septiembre pasado. Estas declaraciones llegan un día después de que el fundador del grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, escribiese en su canal de Telegram que los mercenarios de la empresa han matado a 500 soldados ucranios en Soledar.
Soledar, a vista de satélite
Soledar ha quedado en la mayor parte de su territorio destruida. Los combates son casi cuerpo a cuerpo, edificio a edificio.
Las autoridades de Kiev denuncian que el municipio ha quedado prácticamente reducido a escombros por los ataques rusos, aunque también se añaden a la destrucción las acciones de resistencia del ejército defensor.
Imágenes del satélite de la empresa Maxar comparan el antes y el después de la ofensiva: en una toma del 1 de agosto se ve una zona de Soledar (11.000 habitantes antes de la guerra) con casas y zonas verdes; la misma área, fotografiada por satélite el 10 de enero, releva la brutal destrucción sufrida.
En una entrevista para el diario Pravda, el sargento Oleksandr Pohrebysky explicaba este jueves que la lucha es tan directa que la infantería de los dos bandos incluso puede escucharse cuando hablan entre ellos. Pohrebysky asegura que los hombres de Wagner tienen la orden de no retroceder ni un paso, so pena de ser detenidos o incluso ejecutados.
Pohbrebysky es comandante de una compañía de la 46 Brigada Aerotransportada ucrania, la columna central de la defensa en Soledar. Este sargento corrobora las críticas repetidas por otros militares y analistas ucranios en los últimos días: un error fatal en Soledar fue el reciente relevo de la 93 Brigada Mecanizada por batallones de infantería menos experimentados. Esto habría permitido, según estas fuentes, que Wagner tuviera éxito en su ofensiva sorpresa del 6 de enero, víspera de la Navidad ortodoxa, avanzando en los flancos este y oeste del municipio y acercándose a la posibilidad de rodearlo por completo.
Los hombres de Wagner también habrían tomado el control de buena parte de las minas de sal de Soledar, según vídeos compartidos por sus máximos responsables, aunque las Fuerzas Armadas ucranias lo niegan. Estas minas tienen 200 kilómetros de túneles que pueden ser útiles para el almacenamiento de equipos militares de forma segura frente al fuego de artillería.
El periodista y analista militar ruso Sasha Kots afirmó el jueves que Soledar ya estaba bajo control del invasor, aunque existe la posibilidad de que un grupo resistente ucranio se haya parapetado en un sector de las minas de sal. Esta maniobra con tintes heroicos permitiría concentrar el fuego ruso sobre ellos y dar tiempo a las Fuerzas Armadas ucranias para preparar un contraataque o el refuerzo de las defensas fuera de Soledar.
Soledar se encuentra en la línea del frente de Donetsk. Los mercenarios rusos del grupo Wagner llegaron la semana pasada al centro urbano. Oficiales ucranios en el terreno habían confirmado en la última semana que estaban poco a poco retrocediendo, y el grupo Wagner dijo el miércoles que tenía el control de la localidad, aunque tanto Kiev como Moscú confirman que la lucha continúa en sus calles. De hecho, la posición de las fuerzas ucranias ha mejorado en las últimas 24 horas, según los testimonios de soldados de la 46 Brigada hechos públicos, gracias al refuerzo en la artillería. Esto habría permitido que la principal carretera de acceso a Soledar desde el territorio controlado por Ucrania continúe operativa pese al constante bombardeo ruso.
Si Rusia se hace con la localidad, sería la primera victoria significativa del invasor en la guerra desde julio. La importancia estratégica de Soledar es que facilitaría el asedio a la vecina ciudad de Bajmut, el principal objetivo ruso en la provincia. Los canales de Wagner aseguraron el miércoles que, tras meses de combates, sus soldados habían conseguido tomar Opytnoye, un suburbio en los límites del sur de Bajmut. Militares de dos batallones destacados en esta localidad, uno de infantería y otro de artillería, detallaron que su mayor contratiempo es la falta de munición: uno de estos soldados, que pide mantenerse en el anonimato, señalaba el miércoles que en estos últimos días, la intensidad del combate es tan elevada que las balas que antes disparaban en una semana, ahora las consumen en cuatro días.
El cadáver de Christopher Parry
El grupo Wagner ha afirmado haber encontrado en su ofensiva el cadáver de Christopher Parry, uno de los dos británicos desaparecidos desde el 6 de enero en el municipio. Según el relato de Progozhin, el fallecido llevaba tanto su pasaporte como el del otro desaparecido, Andrew Bagshaw, de 48 años. El empresario publicó las fotografías de los supuestos pasaportes y un “certificado de voluntario” de Parry.
El Ministerio de Exteriores británico no lo ha podido confirmar, pero ha afirmado a la BBC que está en contacto con las autoridades ucranias. La BBC ha explicado que ambos estaban en la provincia de Donetsk como voluntarios ayudando en la evacuación de civiles de las localidades cercanas al frente, donde se libran actualmente los combates más duros de la guerra.
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