Isabel Pantoja ha recibido la mejor de las noticias para poner el broche de oro al mes de abril. Y es que, después de la tormenta familiar y mediática que ha girado en torno a ella durante los últimos meses, la tonadillera puede presumir de haber sido absuelta del presunto delito de insolvencia punible por la venta de su chalet en Marbella, razón por la que el fiscal llegó a pedir 3 años de prisión para ella.
Isabel Pantoja en el juzgado / Gtres
Ha sido durante esta misma mañana cuando el juez de lo Penal número 5 de la ciudad andaluza en cuestión ha dictado la sentencia absolutoria. Una buena nueva que habría sido comunicada a la madre de Kiko Rivera durante el pasado lunes día 25, poniendo fin así a un vendaval por el que el estado anímico de Isabel no era especialmente positivo.
Isabel Pantoja llegando a un juicio. / Gtres
De esta manera, el juez encargado del caso se ha pronunciado un mes después de comenzar un juicio que tuvo lugar el pasado 22 de marzo. Una fecha que permanece grabada a fuego en la retina de la cantante, más aún teniendo en cuenta la tensión que vivió durante su llegada a los Juzgados, la cual fue comentada en todos y cada uno de los platós de cadenas como Telecinco. Esta nueva acusación iba en contra de la artista una vez más, que tras haber sido condenada por blanqueo de capitales a dos años de cárcel, volvía a sentarse en el banquillo al ser considerada “cooperadora necesaria” de un delito de insolvencia punible, acusando también a un empresario de lo mismo, pero en virtud de autor. Durante el transcurso del juicio, la cantante de Marinero de luces no pudo evitar que las lágrimas cayeran sobre su rostro, negando rotundamente haber cometido delito alguno sobre todo con respecto a una deuda en su casa de Marbella, ya que, cuando fue informada de esto, ella estaba en prisión y “no tenía la cabeza para nada”. Pero esas no fueron las únicas palabras que pronunció durante su declaración, ya que también reveló haber dado un poder a Agustín Pantoja, haciendo hincapié en el deseo de éste de que todo fuera bien: “Moriría por mí, es la única persona que tengo a mi lado”, señalaba la tía de Anabel Pantoja, visiblemente apenada y dejando entrever que la guerra con su hijo ha hecho mella en su felicidad.
Isabel Pantoja junto a su hermano Agustín. / Gtres
La potestad que había dado a su hermano no era otra que la protección del domicilio, ya que, según Málaga Hoy, si salía a subasta la casa no la perderían, sino que dirían adiós a todos los bienes que avalaban a la vivienda. Un relato que el juez escuchó con mucha atención, aunque pidiendo a la protagonista que no entrara en detalles que tuvieran que ver con temas personales. Pero ni esa petición sirvió para que Isabel aparcara su dolor, aseverando que las visitas de Agustín a prisión eran de lo más emotivas: “Solo nos abrazábamos y nos preguntábamos si estábamos bien”, sentenciaba, haciendo así caso omiso a los temas que tuvieran que ver con la economía.
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